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Problemas en los pezones

La lactancia no tiene que doler. Checa las complicaciones que suelen asociarse a esta parte del cuerpo.

Las alteraciones en la forma del pezón pueden interferir con la alimentación, las más comunes son: invertidos, es decir, que apuntan hacia adentro del cuerpo en lugar de hacerlo hacia afuera, aplanados (no sobresalen) o grandes. También es probable que se aplanen temporalmente debido a la hinchazón o la congestión.

Ninguna de estas variaciones representa un impedimento para amamantar, es posible prevenirlas con educación prenatal, y después del parto, con la ayuda del bebé al succionar.

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A continuación te damos una serie de ejercicios que puedes hacer durante el embarazo para la formación del pezón:

  • Después de cumplir 36 semanas de gestación, sujeta la base del pezón entre tus dedos y gíralo suavemente hacia fuera. Muévelo de derecha a izquierda (como si estuvieras dando cuerda a un reloj)
  • Toma el pezón con los dedos índice y pulgar, después comienza a estirar la piel de la areola hacia los extremos en sentido horizontal y vertical
  • Recorta la punta de tu brassiere o bien, usa conchas formadoras que se colocan en el interior de esta prenda con el mismo objetivo; sólo sigue las instrucción del empaque
  • Utiliza una jeringa desechable de 10 o 20 ml (la que mejor se adapte al tamaño). Extrae el émbolo y corta la boquilla, insértalo de nuevo en el lado opuesto y colócala sobre tu pezón, saca el émbolo poco a poco, para no lastimar la piel, hasta que sobresalga

Antes de poner en práctica cualquier técnica, deberás ser supervisada por tu médico para determinar cuál es la mejor según tu caso y no empeorar la situación.

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Adoloridos

Sucede comúnmente al inicio de la lactancia, mientras la mamá y el hijo prueban varias posiciones y se adaptan a ellas. En ocasiones se debe a que el bebé succiona muy fuerte, no se prende bien, está comenzando la dentición, o por una posición inapropiada; esto fomenta el desgaste de la piel del pezón y puede producir grietas, sangrado y dolor.

Para prevenirlo, se pueden utilizar técnicas de formación de pezón, una colocación adecuada al alimentarlo, cambiarlo de posición con frecuencia y separarlo correctamente; para ayudarlo a soltarse, introduce suavemente tu meñique por la comisura de la boca para interrumpir la succión.

La piel demasiado seca o húmeda también puede causar malestar, evita utilizar ropa ajustada o de material sintético. Para aliviar la molestia, después de la tetada puedes enjuagar tus pechos con agua limpia y exponerlos al aire durante algunos minutos; no utilices jabón, cremas u otros ungüentos ya que pueden resecarte más.

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