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Si parece hijo de todos menos tuyo

En este mundo de mamás una nunca le atina. Siempre hay alguien que sabe más.

Seguramente la situación la conoces a la perfección: cuando te embarazaste, todas las mamás y no mamás opinaban sobre la espera. Las cosas empeoran cuando nace y todos te dicen cómo educarlo, criarlo, alimentarlo o consentirlo. Que si le das pecho, por qué tanto tiempo y a todas horas. Si no le das, que por qué no estás a favor de la lactancia y sus beneficios. Si trabajas, eres la peor por dejarlo en la guardería/con los abuelos/la muchacha todo el día. Si no trabajas, ¿qué clase de vida le vas a dar? Si lo consientes, lo estás malcriando. Si no, es que lo tienes olvidado. ¡Total que uno nunca le atina!

En la actualidad, hay mil y un formas de crianza y todas las mamás se creen expertas (aun más que los pediatras, nutriólogos y especialistas), por lo que si haces algo diferente a lo que ellas dicen que es lo mejor, te miran feo y etiquetan como mala madre; haciendo que prefieras hacer las cosas sin que se enteren por miedo al «qué dirán». ¿Te suena familiar?

  • Si eres mamá que trabaja o eres ama de casa. Sea cual sea el motivo por el cual estás en la oficina de 9 a 6, no te agobies. Eres buena porque trabajas para darle lo mejor y seguramente le das tiempo de calidad cuando regresas. Si por el contrario estás 24/7/365 con tu hijo, no eres menos o más por no haber continuado con tu vida profesional. Ambas situaciones son agotadoras, tienen pros, contras y también dan muchas alegrías.
  • Si tuviste parto natural o preferiste cesárea. La típica conversación cuando estás embarazada. Aunque es mucho mejor y más recomendable el parto natural por la recuperación y debemos fomentar que haya menos cesáreas, no hagas caso a los que piensan que tener un hijo por esta vía te hace menos madre. La forma de traer a tu hijo al mundo no es motivo de crítica ni comparación.
  • Si no le diste pecho. Esta situación es una de las que más tortura a las mamás de hoy. Sí, lo mejor siempre será la lactancia exclusiva los primeros 6 meses de vida pero si la salud te lo impidió o fue tu decisión, no dejes que los comentarios de las otras mamás te afecten.
  • Si amamantas y seguirás haciéndolo porque eres pro lactancia. Cuando eres de las que lo hacen exclusivamente y tanto tú como tu bebé desean prolongar esa etapa lo más que se pueda, nunca falta quien te cuestione por qué lo haces y te da todo un discurso de las afectaciones emocionales que puede llegar a tener. Si es tu decisión y eres feliz con ella, ¡adelante! Es tu derecho.
  • Si lo dejaste en la guardería. Trabajes o no, las estancias infantiles son para muchas una bendición. Sin embargo, siempre habrá quien cuestione las enfermedades y tiempo de calidad que le das, entre otras. No te agobies. Los niños que van a la guardería suelen ser independientes y, aunque a veces sí se enferman más, lo que importa es que tanto tú como tu bebé se sientan cómodos y tranquilos.
  • Si preferiste papilla o aplicaste baby led weaningCada bebé y mamá son diferentes. Hay algunas que se sienten más tranquilas dándole puré porque lo pueden tragar con facilidad y hay otras que prefieren que sus hijos tomen, prueben y mastiquen trozos. Cualquiera que hayas elegido para él, es perfecta.
  • Si lo cargas cuando llora. «¡Lo vas a acostumbrar!»,»Es que está muy malcriado y ya te tiene medida.» Es tu bebé y tú decides si cargarlo o no. Los niños no se acostumbran a los brazos y tampoco se vuelven mejor o peor portados. Lo que sí, es que no se sienten ignorados y por lo tanto crecen con mayor confianza.

¿Qué otras conoces tú? Cualquiera que sea la forma con la que hayas decidido criar a tu bebé, si es con amor y estás convencida de ello, nada más que tu opinión y su bienestar importan. Sólo recuerda respetar las decisiones de otras mamás que quizás no siguieron el mismo camino que tú. ¡Ninguna es mejor que la otra!

 



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