Antes de saber usar sus manos, tú bebé descubre las cosas gracias a su boca y ¿qué puede ser más natural que meterse los dedos a ella? Por ello, muchos bebés se acostumbran a este hábito desde el útero.
El grasping réflex
Cuando nace descubres que tiene el reflejo palmario de agarre (grasping reflex). Esto sucede en el momento en que tocas la palma de su mano con un dedo y sus dedos se aferran al tuyo. Es increíble que su fuerza de sujeción es capaz de sostener el peso de tu cuerpo. Igualmente, sus pies se repliegan si tocas o acaricias la planta del pie.
¿Cómo descubre sus manos?
Lo primero que tu bebé hace es ver sus manos moverse, las junta y juega con ellas; las observa cuidadosamente como si se tratara de un objeto fascinante.
Es hasta la segunda etapa que logra sujetar o, al menos, tocar los objetos a su alcance. Por lo general, en el tercer mes comienza a sostener las cosas o a palmear las superficies como la mesa o la pared.
Al principio no tiene noción de las distancias o los volúmenes de las cosas y anda a tientas, por eso cuando toma una cuchara lo hace utilizando toda la mano y no los dedos. Será hasta los 5 o 6 meses que logrará volverse más hábil. Para estimularlo:
- Deja las manos de tu bebé libres para que logre ejecutar movimientos más controlados
- Dale una variedad de objetos fáciles de manipular que no requieran de una destreza fina
- No toma los objetos que le pones enfrente, sino más bien los que colocas a su derecha o izquierda
- Amplía sus experiencias ofreciéndole objetos con texturas diferentes: un oso de peluche suave, cubos de madera, figuras de hule espuma, etc.
Recuerda que a través del sentido del tacto tu bebé sabe que es amado. Cada vez que lo bañas, cambias, alimentas y arrullas, le envías el mensaje de que estás pendiente de su cuidado porque lo amas.
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