Lo más probable es que se trate de una mala técnica de lactancia, lo cual provoca que el bebé no tome suficiente superficie de la areola dentro de la boca y sólo succione la punta del pezón.
Otras causas pueden ser congestión mamaria, candidiasis (algodoncillo), el uso de sustancias irritantes, o retirar al bebé del pecho sin romper la succión.
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El dolor puede ir acompañado de disminución de la producción láctea, ya que como sólo existe succión de la punta del pezón, el bebé no vacía bien los senos. Además el dolor bloquea el efecto de la oxitocina, sustancia que estimula el reflejo de bajada de la leche.
Para prevenir este malestar, se recomienda evitar el uso de jabón o irritantes, usar una técnica adecuada para amamantar y retirar al bebé de manera adecuada, es decir, en cuanto termine, debes introducir el dedo por la comisura de la boca para romper la succión.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Si a pesar del dolor, continuas lactando con una mala técnica, lo más probable es que se produzca una grieta en el sitio donde la lengua hace fricción.
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Si sufres pezones adoloridos o pezones agrietados, es recomendable que:
- Mejores la posición de tu bebé y continúes la lactancia
- Al terminar de alimentar a tu bebé, apliques una gota de leche sobre la punta de cada pezón y permite que se sequen al aire, o bien, exponlos al sol
- Cambies la posición del bebé
- Acudas a tu médico para que te recete algunos analgésicos (si el dolor es intenso)
- Aprendas a extraer tu leche y ofrecerla a tu bebé de manera alternativa hasta que mejore el dolor; esto debe ser por 24 a 36 horas como máximo y es raro que llegue a necesitarse
- Evites el uso de cremas o pomadas
- Busques si el bebé tiene “algodoncillo” en la boca para que se les de tratamiento tanto a él como a ti