Tu bebé puede tener muchas similitudes con uno o tener un poco de todos.
Bebé ángel
Es el sueño de cualquier papá y mamá, pues este tipo de bebé tiene un carácter bastante tranquilo, muy risueño y es poco exigente. Come, juega, duerme fácilmente y por lo general no llora al despertar. Tiene un horario bien definido para dormir, comer y demás actividades.
Muestran interés por nuevas cosas y no les molestan los cambios. Le resulta fácil jugar solo, sin la interacción constante de un adulto.
Bebé libro de texto
Es fácil de manejar porque se adaptan con rapidez a las rutinas. Su desarrollo va acorde con los que dicen los libros: por ejemplo, a los tres meses sostiene su cabeza, a los cinco empieza a sentarse y a los nueve gatear.
No cuesta trabajo dormirlo. A la semana de vida, es posible que juegue solo durante 15 minutos.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Bebé irritable
Se caracteriza por ser extremadamente sensible a todo lo que le rodea. Suele sobresaltarse con facilidad ante el sonido de una motocicleta, el ruido del televisor o el ladrido de un perro. Parpadea o aparta la cabeza de la luz brillante. A veces llora sin razón aparente.
A menudo se pone inquieto cuando lo han cargado varias personas. Jugará sólo durante unos minutos y luego buscará la presencia de sus papás o de la persona que lo cuida. Suelen romper con facilidad su rutina si surge algo inesperado como la visita de un familiar, un viaje, un cambió en la leche de fórmula, entre otras cosas. Este bebé adora la estructura y lo predecible, evita las sorpresas.
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Bebé fogoso
Parecen saber lo que les gusta o no, y no duda en hacértelo saber. Con frecuencia, al despertarse grita para llamar la atención de sus padres. Detesta estar sucio y dice “cámbienme el pañal” vocalizando ruidosamente su incomodidad.
Para dormirlo es necesario arroparlo bien, porque el movimiento de sus manos y brazos lo mantienen despierto y lo estimulan. Si llora y no se le atiende de inmediato, es difícil calmarlo. Puede parecer que se opone a un horario, pero si los papás logran entenderlo, le será fácil adaptarlo a una rutina.
Bebé gruñón
Parece que le desagrada todo. Sus llantos son fuertes y largos. Se desespera si no se le alimenta con la rapidez o lentitud que él quiere, lo que hace complicado amamantarlo o darle biberón. Pueden detestar la hora del baño o incluso que le cambien el pañal.
Con frecuencia se le diagnostica cólicos cuando, de hecho, todo lo que necesitan es llevar una rutina bien estructurada y perseverante.