En cuanto tu bebé nació ya venía equipado con el medio de comunicación más poderoso que tendrá durante sus primeros meses: el llanto. Gracias a él es capaz de expresar sus necesidades básicas como hambre, frío, sueño y aburrimiento.
Así que es importante que como mamá, aprendas a interpretar sus señales para que le permitas sentirse atendido y por lo tanto, asegures su bienestar físico y emocional.
Durante los primeros tres meses
Investigaciones canadienses indican algunos puntos que te pueden funcionar como que:
- Algunos lactantes lloran más que otros sin que eso afecte su salud
- Casi todos lo hacen más en la tarde o cuando apenas anochece
- En los primeros 90 días aparecen y desaparecen los accesos de lágrimas sin que haya razones determinantes como hambre o sueño
- Existe un patrón de desarrollo llamado “curva del llanto” en la que al cabo de las dos o tres semanas los sollozos incrementan, alcanzan su punto máximo de la semana seis a la ocho y descienden gradualmente luego de la 12
¿Qué te quiere decir?
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“Tengo hambre”
La mayoría de los recién nacidos necesitan comer cada 4 o 5 horas y si por alguna razón te atrasas 30 minutos o 1 hora, habrá problemas. Este quejido se caracteriza por comenzar despacio y quedo para convertirse luego en gritos rítmicos. ¡Es momento de amamantarlo!
“Estoy cansado”
Al igual que la comida, los horarios de descanso son cosa seria para tu hijo y ante el mínimo cansancio o hartazgo romperá en llanto, un llanto intermitente y suave. Considera llevar una tabla de sueño para mayor control.
“¡Me duele algo!”
Pueden ser cólicos, la garganta o que se haya golpeado accidentalmente mientras te volteaste. Si tu bebé tiene algún dolor, llorará de manera «especial» comenzando con un grito agudo, tenso y seco, silencio y de nuevo el mismo ciclo.
¡Nunca lo sacudas!
Sabemos que cuando están brotándole las lágrimas y sus reclamos parecen no cesar, es normal que pierdas la calma, te estreses y sientas frustrada pero de acuerdo con The American Academy of Pediatrics el Síndrome del Bebé Sacudido ocurre cuando un bebé es “agitado” mientras llora.
Lo que sucede es que los vasos sanguíneos de su cabeza no soportan la sacudida y pueden romperse. Entre los peligros que corre están:
- Daño y retraso cerebral
- Convulsiones
- Ceguera
Lo mejor es que respires y te esfuerces en identificar qué es lo que está tratando de decirte.
Cómo calmarlo
Haz una análisis rápido de lo físico: ¿tiene hambre, el pañal sucio, calor?, ¿hay un ruido u olores desagradables?, ¿parece tener cólicos o fiebre? Si alguna de las situaciones es afirmativa, atiéndelo.
En caso de que no sea alguna de ellas intenta consolarlo mediante palabras, miradas, caricias y abrazos, recuerda que es un ser social que adora sentirse amado y más por la persona de quien vino, tú.
