1. Test de APGAR
Consta de dos valoraciones: la primera se realiza en el primer minuto del nacimiento para determinar el estado del bebé luego del parto, es decir, si lo toleró de manera adecuada. La segunda a los cinco minutos a fin de conocer cómo evoluciona fuera del vientre materno.
Se evalúan cinco categorías con una puntuación que oscila entre cero y dos puntos, por lo que la calificación va de cero a 10. Los aspectos que se toman en cuenta son actividad muscular, pulso, gesticulación, apariencia y respiración.
2. Exploración física
Debe hacerse durante las primeras 24 horas y el médico examinará a detalle cabeza, vista, boca, corazón y pulmones, clavículas, cadera, genitales y pies.
3. Tamiz neonatal
Se considera la más completa para revelar variaciones en el metabolismo, hormonas, sangre e incluso en el sistema de defensas, antes de que se manifiesten y compliquen el desarrollo. De forma ampliada puede dictaminar hasta 60 diferentes padecimientos.
Lo ideal es que se realice entre los primeros cuatro y siete días de nacido, y una vez que ha comenzado su alimentación. Algunos especialistas afirman que también es útil si se practica a los tres meses de edad.
4. Reflejos
Son conocidos como primitivos y auxilian en la medición del funcionamiento y desarrollo neurológico. La ausencia de ellos puede ser indicio de alteraciones en el sistema nervioso central, tronco nervioso o nervios periféricos, sobre todo en niños menores de un año. Las reacciones más comunes son succión, búsqueda, sobresalto, marcha, presión y tónico del cuello.
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5. Tamiz auditivo neonatal
Consiste en realizar una valoración de emisiones otoacústicas, es decir, se coloca un pequeño audífono en el canal del oído por unos segundos para medir la respuesta a los sonidos y el eco. La ausencia de éste puede indicar una pérdida de la audición. Dura entre 15 y 20 minutos y es factible llevarlo a cabo mientras duerme. Se sugiere hacerlo 72 horas después del nacimiento.
6. Oximetría de pulso
Ayuda a descubrir defectos en el corazón al determinar la frecuencia, el ritmo cardiaco y la cantidad de oxígeno en la sangre, ya que un nivel bajo podría ser indicativo de un defecto.
Se utiliza una máquina llamada pulsioxímetro, la cual tiene sensores que se le colocan en la piel. No causa dolor y toma sólo un par de minutos. Lo más recomendable es realizarla a las 24 horas de nacido y antes de que cumpla el primer mes.
Más allá del pediatra
El neonatólogo es el médico más competente para darle atención por lo menos durante los primeros 30 días de vida. Se especializa en las características de un recién nacido, atiende las disfunciones que pudiera manifestar, incluso desde el embarazo, y lo acompaña en el proceso de recuperación si es hospitalizado.