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Chupón o dedo: ¿qué afecta más a sus dientes?

Esto es lo que debes saber de los chupones y niños chupadedo.

El uso de los chupones se remonta en la historia a miles de años atrás. Se han encontrado chupones hechos de arcilla, plata, perla y hasta coral. Los bebés nacen con un deseo natural de succionar, ya que es una conducta normal que les permitirá alimentarse y crecer. El uso del chupón es un tema sumamente controversial, donde existen autores que lo promueven e incluso otros que lo satanizan.

 

¿Es bueno o malo?

 

Algunas referencias mencionan que si piensas amamantar, lo más recomendable es no dárselo, antes de que el hábito de amamantamiento esté bien establecido. Una vez hecho esto puedes introducir su uso. Los estudios demuestran que los bebés que lo utilizan amamantan por periodos de tiempo más cortos.

También se habla de la relación que existe entre este artículo y los episodios de otitis media porque se les ha culpado de ser transmisores de microorganismos. Si presenta episodios frecuentes de otitis media aguda, suspéndelo o bien disminúyelo al máximo.

Es importante recalcar la debida limpieza que debes de tener con el chupón. Algunos investigadores han reportado que disminuye el riesgo de presentar el síndrome de muerte súbita infantil o muerte de cuna y produce efectos analgésicos y de relajamiento de una manera no invasiva.



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Recomendaciones

 

  • No se lo des como sustituto de su alimento
  • Siempre checa que no tenga hambre antes de dárselo
  • Mantenlo limpio lavándolo con agua y jabón regularmente
  • Nunca lo amarres con un cordón al cuello del bebé, ya que se han reportado casos de estrangulamiento accidental
  • Jamás lo introduzcas en líquidos endulzados como miel, azúcar o piloncillo, ya que esto puede ocasionar lesiones cariosas en sus dientes
  • Siempre checa que no presente cuarteaduras y de preferencia reemplázalo cada dos meses por uno nuevo
  • No se lo des por periodos prolongados y elimínalo cuando cumpla dos años de edad
  • Compra de los llamados ortodónticos buscando que su diseño, material y construcción se ajusten a las normas más estrictas de la United States Consumer Product Safety Commission (USCPSC) que son mejores que otros, ya que tienden a deformar mucho menos la cavidad oral, como mordidas abiertas o cruzadas y protrusión de los dientes superiores

 

¿Cómo se lo quito?

 

  1. Empieza por limitar y modificar el tiempo que lo utiliza
  2. Dile que ya es “niño grande” y que ya es momento de que el “hada de los dientes” se lo lleve para otro más pequeño
  3. Corta la punta semanalmente con unas tijeras y así sucesivamente hasta que ya no haya nada que chupar

 

Los niños chupadedo

 

Ellos son un tema aparte, ya que quienes se chupan los dedos lo hacen principalmente porque les da placer y seguridad. Este hábito es considerado normal durante los primeros tres años de vida y suele aparecer antes del nacimiento en el vientre materno como preparación para la succión del pecho durante la lactancia. La gran mayoría de los niños deja de hacerlo al cumplir los cuatro años cuando empiezan al ir al kínder y descubren que no es bien visto por los demás.

Tenga la edad que tenga tu hijo, es importante que identifiques por qué motivo lo hace, si es por inseguridad o algún otro problema emocional. Justamente porque esas suelen ser las causas de este hábito es importante no regañarlo ni ridiculizarlo ya que esto puede empeorar la situación.

Cuando existen factores emocionales por los cuales lo lleva a cabo es mejor no presionarlo para que abandone el hábito, sino trabajar y resolver el problema que lo causa. Ellos pueden experimentar:

  1. Maloclusiones (problemas de mordida y dientes chuecos), por lo general, en su dentadura se observan los incisivos superiores para adelante y los dientes inferiores para atrás, lo que ocasiona que la mordida sea abierta, es decir, que el espacio entre los dientes de arriba y abajo esté abierto
  2. Trastornos de pronunciación de las palabras
  3. Reabsorciones de las raíces de los incisivos superiores ocasionada por la presión digital, lo que causa movilidad de los dientes

Cuando el odontopediatra lo valore es importante que tome en cuenta lo siguiente:

  1. Su edad, pues no se recomienda intervenir antes de los cuatro años de edad
  2.  El grado de deformidad existente de sus maxilares y dientes
  3. La duración, intensidad y frecuencia del hábito
  4.  El grado de desarrollo emocional y cooperación del niño para ver si es factible y recomendable utilizar un aparato para romper el hábito
  5. Investigar si hay otros factores internos (emocionales) por los cuales lo hace.

Por lo general algunas maloclusiones y otros problemas en la mordida causados por este hábito se corrigen espontáneamente si deja de chuparse el dedo antes de los cuatro años.

 

¿Cómo lo corrijo?

 

  1. No regañes ni castigues a tu hijo
  2. Evita colocarle picante o sustancias desagradables
  3. Si tiene menos de dos años, procura reemplazar este hábito por el de succionar un chupón ortodóntico
  4.  En los mayores trata de involucrarlo en la decisión sobre si desea o no dejar de chuparse el dedo. Si quiere pero no puede es el candidato ideal para poderlo ayudar.

Cuando no está convencido de dejarlo entonces nos enfrentamos a un problema más complicado. Desde el punto de vista dental podemos concluir que el uso del chupón es menos dañino que chuparse el dedo ya que ocasiona menores problemas en la dentición.

Tú puedes controlar el uso, tiempo y frecuencia con la que lo utiliza, cosa sumamente difícil con quien se chupa el dedo.

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