Productos naturales
Este campo abarca el uso de sustancias que se encuentran en la naturaleza, como hierbas, alimentos y vitaminas para producir medicamentos naturales. Algunos no necesitan de una receta para su venta, como los suplementos dietéticos, por ejemplo. Un ejemplo de esta categoría:
– Probióticos
Son microorganismos vivos (en general, bacterias) similares a los que suelen encontrarse en el tracto digestivo y que pueden tener efectos beneficiosos como el bienestar de la flora intestinal y la mejora de la absorción de nutrientes. Estos se suministran de forma oral en concentrados o directamente en los alimentos lácteos fermentados como: yogurt y quesos (a partir de los seis meses de edad), leche (después de los 12 meses). Pero, la mejor forma para conseguirlos los primeros años de vida es en la leche materna.
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– Medicina para la mente y el cuerpo
Estas terapias se sustentan en la estrecha relación que existe entre la mente, el cerebro y el cuerpo y su impacto en la salud. Incluyen:
– Aromaterapia
Se basa en los efectos terapéuticos de los aceites esenciales. Pero antes de iniciar cualquier tratamiento con ellos, deben conocerse a profundidad sus cualidades naturales y constituyentes. Según un estudio realizado por el Medical College of Pennsylvania, algunos olores como la lavanda activan los centros emocionales del cerebro, creando una sensación de placer o de calma. Las principales esencias que se pueden usar en niños de acuerdo con Felipe Hernández, profesor e investigador de Fitotecnia en la Universidad Autónoma Chapingo son:
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- Manzanilla: Produce un efecto relajante, gracias a las cumarinas, los flavonoides y el bisabolol
- Lavanda: Calma los nervios. Puede ser utilizado para curar los trastornos del sueño debido a su concentración de flavonoides, benzaldehídos y terpineno
- Mandarina: Mejora la respiración
- Geranio: Funciona como antidepresivo y sedante por las altas cantidades de flavonoides, bisabolol y benzaldehídos que contiene (a partir de dos años)
- Romero: Eficaz para la tensión muscular. Estimula el sistema inmunológico y mejora las funciones digestivas y circulatorias por su concentración del alcaloide rosmaricina. Se recomienda su uso por la mañana ya que puede quitar el sueño (a partir de dos años)
Para aplicarlas, consulta con el especialista de tu elección. Además, es necesario mantenerse alerta pues algunos niños pueden resultar alérgicos, haz una prueba poniendo una gota en su brazo y revisa si hay molestia, comezón o enrojecimiento.
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– Terapias de manipulación y basadas en el cuerpo: Hacen énfasis en las estructuras y sistemas de una o más partes del cuerpo. Algunos ejemplos incluyen la quiropráctica, la osteopatía y el masaje, aunque cabe señalar que muchas de las terapias que se engloban en estos tres términos, también son disciplinas de una profesión convencional como la fisioterapia. Entre estas destaca la:
- Reflexología: Manipulación del tejido muscular y otros tejidos blandos para promover la relajación regula las funciones respiratorias, circulatorias y gastrointestinales. A través de la presión sobre las terminaciones nerviosas estimula la circulación así como permite que los músculos se distiendan y tu hijo se relaje. El mejor momento para realizar un masaje es durante las mañanas o tres horas antes de la siesta. Sin embargo hay que tener cuidado pues el exceso de presión puede causar hemorragias internas.
- Sistemas médicos integrales: Constituyen sistemas completos de teoría y práctica que han evolucionado con el transcurso del tiempo en diferentes culturas y en forma independiente de la medicina convencional u occidental. Algunos ejemplos son la medicina ayurvédica y la medicina china tradicional. El más usado hoy en día es:
- Homeopatía: Método terapéutico basado en administrar pequeñas dosis de sustancias que activan las propias defensas, por lo que se dice que actúa de forma parecida a las vacunas. Usan microdosis de minerales, plantas, compuestos químicos, y sustancias biológicas que en cantidades mayores provocarían los síntomas que tratan de curar.
Antes de iniciar un tratamiento
Encontrar un buen terapeuta de CAM requiere investigación. Pide toda la información respecto a su formación, licencia y pregunta sobre los riesgos y beneficios de cada terapia y no olvides hablar con el pediatra antes.