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Cartas de papá

¿Qué se siente ser papá? Desde entonces mi vida ya no me pertenece. Descubran de qué hablo.

Por Sergio Sepúlveda

¿Qué se siente ser papá? me preguntó Silvana (compañera de mi programa Difícil de Creer). Hallé la mejor respuesta y dije: “Ahora que tengo un hijo, sé exactamente cuánto me quiere mi mamá”.

Con esto no sugiero que dudara del amor de mi madre, pero al oír el llanto de mi primer hijo al nacer, me surgieron sentimientos que no conocía en intensidad, y no hablo del enamoramiento que produce la dopamina en el cerebro, hablo del amor verdadero, del “Amor Eterno” cantaría Juan Gabriel.

Y esa exacta cantidad de amor de mi madre para mí, es la misma que tú tienes para tus bebés; es un amor que no necesita báscula ni cinta métrica porque es infinito. Es aquello que creíamos sentir cuando le decíamos al primer amor de la escuela “Doy mi vida por ti”. ¡Qué ingenuos éramos! Al menos yo que hasta una vez hice una cartita con gotas de mi sangre.

La frase “Doy mi vida por ti” en mí adquirió verdad cuando el pediatra colocó a mi hijo recién nacido en el pecho de su madre. Desde entonces mi vida ya no me pertenece. Saben de qué hablo.

Por eso, en este espacio no pretendo enseñar cosas que la naturaleza les ha dado, sólo quiero compartir emociones que llegan a los papás cuando el hogar se llena de pañales y los juguetes cruzan el pasillo; cuando nuestras camisas se arrugan antes de salir al trabajo y los hijos nos castigan si regresamos tarde; cuando la palabra dormir es un sueño y hacer el amor también; cuando nos damos cuenta de que nuestras manos son torpes en una pequeña tina pero nuestros brazos son los más fuertes del mundo; en fin, pero sobre todo quiero compartirles cómo los papás nos conmovemos al escuchar “papi, te quiero” con voz de monstruo como lo hace mi hijo Franco o al ver a mi hija sonriéndome coqueta, gesto que estoy seguro a nadie más le regala con tanto brillo, porque es Mia.



Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.

@sergesepulveda

PD. Dicen que los niños son de mamá y las niñas de papá pero ya no lo creo, ambos son de mamá y de eso hablo en la siguiente carta.

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