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“En mis tiempos…” afortunadamente en los nuestros ya hay mucha información y se cuenta con pruebas y estudios tangibles de que los golpes sí dañan. En un esfuerzo por desacreditar años de estudios, algunos se mantienen firmes ante el trabajo de psicólogos y parece que nada les convence.
“A mí me pegaron y no tengo traumas…” entonces ¿Qué se entiende por trauma?
El trauma no solo se manifiesta como un estado de depresión constante, que no estés en una esquina balanceando tu cuerpo no significa que no arrastremos diferentes tipos de trauma.
¿Cómo andamos en autoestima, en tolerancia, en manejo de frustración, resolución de problemas y toma de decisiones? Y la lista a evaluar puede ser larga.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Cambiar los paradigmas de la vieja crianza está costando mucho trabajo. Intentamos disfrazar nuestras acciones con argumentos como; “una nalgada no es un golpe”, “más vale a tiempo”, “cada quién educa como puede” y un sinfín de frases más (tengo una lista de argumentos ya trillados). Pegarle a los niños está mal, empecemos por reconocer eso y dejar de justificarlo, no es lo mejor, hay más formas de criar sin recurrir a ellos (me consta). No necesitamos poner límites por medio de la violencia, ese tema no es excusa.
Si amamos tanto a nuestros hijos, ¿por qué no darles lo mejor? ¿por qué no esforzarse por el autocontrol? Creemos que hay niños que no entienden si no es a golpes pero estoy convencida que el respeto funciona mejor. Definitivamente el problema, no es tu hijo.
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En algo estoy de acuerdo, nunca debería de juzgarse a una madre que recurre a esto, simplemente no ha encontrado mejores herramientas y sí que las hay. ¿Por qué algunas las encuentran y otras no? Creo que por la resistencia al cambio. Pero, ¿por qué algunas madres les pegan a sus hijos?
- Porque puedes: eres más grande, más fuerte y tienes la autoridad, aunque esta se gane a golpes tu hijo ya tiene miedo y te la seguirá otorgando por su propio bienestar
- Porque lo aprendiste: se repite el patrón, así aprendimos muchos y crecimos con la idea de que es la mejor forma y no queremos esforzarnos por hacerlo diferente, por un lado golpear es lo más fácil, aunque para algunas después de hacerlo llega la culpa y esa no es tan fácil de llevar
- Porque no te sabes controlar: eres tú que no sabes cómo reaccionar ante una situación de estrés, el adulto eres tú y tu hijo está aprendiendo, golpearlo es una forma de hacer berrinche, es una manifestación de tu inteligencia emocional, de tu capacidad de resolver problemas y justo eso, lo está viendo tu hijo y lo aprenderá. ¿Cómo te gustaría que el resolviera sus problemas?
- Porque te sientes frustrada: es común que lo dijiste de mil formas y sin éxito, la frustración se apodera de nosotras y es una forma de desahogarte
- Porque te faltan herramientas: en estos tiempos no podemos fiarnos de nuestro instinto únicamente, no nacimos sabiendo a ser padres, se aprende sobre la marcha y hoy hay un sinfín de libros, talleres, herramientas e información en general que te ayudan en esta tarea.
Ser padre no es fácil pero nuestra labor debería disfrutarse, si no lo estás haciendo, si sufres después de golpearles o gritarles, lo puedes corregir. Estoy convencida que los buenos tratos humanizan y que el respeto nos cae como anillo al dedo a todos. Empieza por reconocer tus sentimientos, es válido que te enojes que te frustres, que te desesperes pero la única responsable de lo que hace con tus sentimientos, eres tú.
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