Esta incapacidad para conciliar el sueño es uno de los trastornos más comunes y, de acuerdo con el Department of Health and Human Services de Estados Unidos, las mujeres son quienes más lo padecen. ¡No seas su víctima!
Entiéndelo
Es causado principalmente por un estrés prolongado o una carga emocional importante. Además también puede deberse a:
- Ansiedad
- Depresión
- Consumo alto de cafeína, alcohol o nicotina
- Afecciones médicas
- Turnos laborales irregulares
Suele provocar afectaciones en el estado físico y mental, ya que el cuerpo no descansa ni se recupera adecuadamente y por ello es normal sentir fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarte incluso al realizar actividades sencillas.
Puedes presentarlo si:
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- Estás en la cama un largo rato antes de conciliar el sueño
- Duermes por periodos cortos
- Permaneces despierta gran parte de la noche
- Sientes como si no hubieras descansado
- Despiertas muy temprano
Cómo solucionarlo
Lo primero es consultar a tu médico. Aunque en ocasiones se recetan medicamentos, lo principal es cambiar tu estilo de vida para reducir el estrés y ayudar al cuerpo a relajarse. Para lograrlo, sigue nuestras recomendaciones.
- Vete a la cama sólo cuando estés cansada
- Crea una rutina para acostarte, toma un baño tibio, prepárate un té o lee 10 minutos
- Usa tu cuarto sólo para dormir y tener relaciones sexuales
- Establece horarios para despertar y descansar
- No comas porciones abundantes o bebas muchos líquidos por la tarde
- Evita tomar siestas
- Mantén tu recámara a una temperatura cómoda y con poca luz
- Haz ejercicio regularmente