Antes se creía que no existía nada para calmar estas molestias, pero lo cierto es que existen varias medidas que te ayudarán a aliviar los síntomas. No olvides que el tip número uno es consultar a tu médico para que identifique cuál es el problema exactamente, pues el dolor podría deberse a cualquier tipo de causas.
- Una manera práctica de reducir la tensión en tu espalda es utilizar un cinturón ortopédico. Éste se pone justo debajo del vientre y se ajusta alrededor de la pelvis con cierres de velcro. Utilízalo por el día y quítatelo en la noche. ¡Verás como el alivio es inmediato!
- No dejes de practicar algún ejercicio especial para el dolor de espalda, pues éstos te ayudarán a fortalecer los músculos que sujetan la espina dorsal y la pelvis y te mantendrán flexible beneficiándote también para el parto. No dudes en suspender este tipo de ejercicios si sientes alguna molestia y consulta a tu médico para aclarar cualquier duda. Ejercicio “Giro de columna”: acuéstate sobre tu espalda con las rodillas flexionadas, los pies juntos y los brazos estirados a la altura de los hombros. Lentamente, deja caer tus rodillas hacia un lado mientras giras tu cabeza y tu pecho hacia el lado contrario. Siente como tu espina dorsal gira suavemente. Repite el ejercicio hacia el otro lado.
Otra molestia común en mujeres embarazadas que trabajan es una sensación de hormigueo, entumecimiento o debilidad en los dedos de las manos. Este trastorno, conocido como Síndrome del Túnel Carpiano, es causado por la retención de líquidos, que inflama los tejidos de la muñeca al presionar los nervios y ligamentos. Este síndrome es más común en las mujeres que trabajan con computadoras debido al uso constante del mouse.
No tienes por qué preocuparte; estos síntomas desaparecerán cuando nazca tu bebé a medida que pierdas el exceso de agua que has acumulado.
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