Todo empieza durante el embarazo. Tus senos se inflaman y están sensibles, los pezones se oscurecen y cambian las aureolas (el círculo que rodea tus pezones). Se piensa que el cambio de color es útil para la lactancia como una guía visual para que los recién nacidos encuentren el seno. También aparecen pequeños granitos en la aureola, conocidos como Glándulas de Montgomery, que producen una sustancia aceitosa que limpia, lubrica y evita que el pezón se infecte durante la lactancia.
Quizá lo más evidente, aunque menos visible, son los cambios que ocurren dentro de tus senos. El desarrollo de la placenta estimula la liberación de estrógeno y progesterona que a su vez lo hacen con el complejo sistema biológico que hace posible la lactancia:
- Antes del embarazo, tus senos se forman de una combinación de tejido de apoyo, glándulas mamarias y grasa protectora la cual varía de mujer a mujer, de ahí la diferencia en el tamaño. Han estado alistándose para tu embarazo desde que tenías 6 semanas en el útero de tu mamá
- Cuando naciste, ya se había formado una red de canales que transportan la leche a través de ellos
- Tus glándulas mamarias no actúan hasta la pubertad que es cuando una liberación de estrógeno hace que éstas crezcan y se inflamen; es durante el embarazo que dichas glándulas presentan un cambio radical
- Para el momento del parto, el tejido glandular ha reemplazado la mayoría de las células grasas. Incluso cada seno podría pesar 675g
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Las hormonas del embarazo hacen que los ductos de leche crezcan en número y tamaño. Para que entiendas mejor cómo funciona este proceso te explicaremos cómo es que llega la leche hasta el bebé. Los ductos salen a pequeños canales cerca de la pared toráxica llamados conductillos o pequeños conductos. Al final de cada uno hay un racimo de pequeñas bolsitas que parecen uvas llamadas alvéolos. A cada racimo de alveólos se le llama lobulillo; a cada racimo de lobulillos se le llama lóbulo. Cada seno tiene entre 15 y 20 lóbulos, con un ducto de leche por cada lóbulo.
La leche se produce dentro de los alvéolos, los cuales están rodeados por pequeños músculos que presionan las glándulas y expulsan la leche en los conductillos. La naturaleza del seno es tan inteligente que este sistema se activa durante el segundo trimestre, así que puedes amamantar a tu bebé aunque nazca antes de tiempo.
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