El cervix o cuello uterino representa anatómicamente la región más baja del útero, el cual tiene la capacidad de dilatarse o, en otras palabras, abrirse durante el trabajo de parto.
Esta región anatómica está compuesta por una combinación de tejido fibroso, colágeno y músculo liso; tiene la forma de un barril, mide entre 3 y 4 cm de longitud y normalmente se encuentra abierto lo suficiente para permitir la salida del tejido menstrual, así como para permitir la entrada de los espermatozoides al interior del útero.
Aunque su abertura normal es de apenas unos milímetros, puede llegar hasta los 10 cm de dilatación durante el parto.
El cervix es un órgano de suma importancia, pues en él se origina el cáncer cérvico-uterino. Además, su función durante el embarazo es mantener al feto en el interior del útero hasta el momentos del parto, periodo en el que normalmente se dilata de forma progresiva para permitir la salida del bebé a través del canal vaginal.
La incompetencia del cuello uterino, conocida medicamente como Incompetencia Ístmico Cervical (IIC), se refiere a la condición anormal del cervix para mantener al feto en el interior del útero hasta el término del embarazo. Se manifiesta con una dilatación indolora y prematura, dando como resultado pérdidas gestacionales o partos prematuros entre las semanas 20 y 28.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
¿Por qué sucede?
Los factores de riesgo más comunes para desarrollar esta condición son los antecedentes quirúrgicos a nivel cuello uterino, como las dilataciones cervicales realizadas en los legrados uterinos o las conizaciones (biopsias) cervicales para el tratamiento de infecciones por el virus del papiloma humano. También hay casos en los que la incompetencia cervical ocurre en mujeres que no tienen ningún antecedente quirúrgico, a lo que se le conoce como incompetencia cervical primaria. En estos casos la dilatación se presenta de forma inadvertida, provocando el parto prematuro de bebés muy pequeños e inmaduros.
Aunque la mayoría de las veces no existe algún antecedente médico con el que se pueda tener sospecha de esta complicación, la historia clínica de la embarazada es de suma importancia, ya que permite determinar si está en riesgo de presentarla.
La incompetencia cervical también puede ocurrir como consecuencia de un embarazo múltiple a causa del gran peso que el cuello uterino tiene que soportar.
Diagnóstico y diferenciación
La incompetencia cervical debe ser diferenciada del trabajo de parto prematuro, pues este último se produce como una consecuencia a contracciones uterinas con cierta intensidad y frecuencia determinada, lo que provoca la dilatación del cuello uterino. Por su parte, la característica principal del cuello incompetente es que la dilatación ocurre en ausencia de contracciones uterinas.
El cervix incompetente se puede diagnosticar antes de un embarazo o durante el mismo a partir de pruebas especificas, como la prueba de dilatadores de Hegar o la prueba con sonda Foley, o mediante un ultrasonido.
Tratamiento
Éste consiste en un procedimiento quirúrgico conocido como cerclaje, mediante el cual se coloca una sutura en el cuello uterino para realizar una ligadura del mismo, volviéndolo resistente y competente para poder sostener al bebé hasta el término del embarazo.
Este tipo de tratamiento es recomendable entre la semana 14 y 18 de gestación, aunque también existen cerclajes de emergencia, los cuales se realizan después de la semana 20.
Los cerclajes pueden realizarse tanto por vía vaginal como abdominal, con anestesia regional, y por lo general se retiran hacia el final del embarazo. Después de haber sido retirado, la mujer puede tener tanto un parto normal como una cesárea.
La incompetencia cervical es una alteración que complica el embarazo, por lo que se debe prever en pacientes con dilatación cervical indolora durante el segundo trimestre de embarazo en ausencia clara de contracciones uterinas. Su identificación y tratamiento oportuno pueden ayudar a que el embarazo llegue a un normal y feliz término.