Los problemas más comunes que se presentan en el cuerpo femenino por la ingesta excesiva de alimentos con altos niveles de azúcar son los primordiales en la concepción. Ya sea infertilidad o abortos a principios del embarazo, así como síntomas que refieren a la resistencia la insulina.
El síndrome de resistencia a la insulina se presenta cuando los tejidos dejan de responder a la insulina. Ésta es una hormona que el cuerpo produce para asimilar los azúcares que consumimos en los alimentos y sean transformados en energía o combustible.
Debido a que los tejidos dejan de responder a la insulina, los azúcares no son asimilados como deberían en nuestro cuerpo, lo que trae como consecuencia diabetes, hipertensión, altos niveles de colesterol, ataques al corazón, así como otros padecimientos tales como hipertiroidismo, ovarios poliquísticos y exceso en los niveles de estrógenos.
Estos síntomas son determinantes en la infertilidad y el aborto. El caso más conocido a nivel mundial es el de la artista mexicana Frida Khalo, que había sufrido 3 abortos a las 9 semanas de la gestación por la conjunción de dichos síntomas, además del accidente que tuvo cuando fue adolescente.
Las chicas que presentan SOP (Síndrome de Ovario Poliquístico), desarrollan constantes quistes en los ovarios y útero. Para identificar este malestar, hay 3 signos que deberán buscar; menstruación irregular, exceso de hormonas andrógenas y ovarios alargados con quistes, éste último se puede identificar mediante un ultrasonido o resonancia magnética.
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Para el caso de las hormonas andrógenas, lo que se puede observar es el crecimiento excesivo de vello facial, aumento de peso y la infertilidad, además de que probabilidades para el desarrollo de diabetes y enfermedades cardiacas son muy altas.
Cabe señalar que cada organismo es diferente e individual. Hay chicas a las que se les dificulta bajar de peso, que es lo ideal para disminuir las probabilidades de desarrollar los síntomas y las enfermedades mencionadas, por tal motivo es necesario que el especialista en fertilidad acuda a otros métodos para lograr un embarazo controlado y saludable.
Otro de los problemas que se presenta durante la sintomatología a la resistencia a la insulina es la acumulación de grasa en el abdomen. A pesar de que sea fácil para algunas chicas bajar de peso, no quiere decir que la grasa en su cuerpo sea eliminada eficazmente. La realidad es que la grasa del abdomen es de la más difícil de eliminar, además de que dentro del cuerpo en la mayoría de los órganos también se acumula grasa que no es desechada.
Las afectaciones a la tiroides por cambios hormonales provenientes del síndrome de resistencia a la insulina también traen graves afectaciones al cuerpo, debido a que esta glándula es la encargada del funcionamiento del metabolismo, haciendo que el organismo gane o pierda peso, lo cual es un problema controlar debido a los cambios hormonales constantes.
No hay una edad determinada para padecer el síndrome de resistencia la insulina, ya que desde muy jóvenes se puede presentar, sin embargo, su identificación temprana para establecer un tratamiento evitaría los síntomas a la hora de querer formar una familia.
Especialistas en fertilidad y nutrición recomiendan desayunar todos los días incrementando así la ingesta de proteínas, ya que al no realizar esta actividad provienen dolores musculares porque el cuerpo necesita, por lo menos, 50 gramos de proteínas para que el organismo no se ‘coma’ los músculos y colágeno.
En especial, si la meta es quedar embarazada se debe desayunar, ya que el cuerpo también necesita guardar energía y combustible, reduciendo la capacidad física por aparente cansancio, reteniendo azúcares y grasas, lo que nos lleva al sobrepeso y hasta la obesidad.
Pero bien es sabido que una alimentación balanceada ayudaría mucho a evitar estos síntomas y enfermedades en gran medida, particularmente el SOP. Seguir un régimen saludable por medio de un nutriólogo que recomiende una dieta basada en las necesidades de cada chica, así como también seguir un plan de ejercicios no para lucir estrictamente delgada y bien torneada, pero sí para mantener un excelente nivel de vida y, sobre todo, saludable que al final también afectaría de manera positiva a tu hijo cuando quedes embarazada.