Hablamos de pérdida gestacional cuando se logra concebir un bebé y éste se pierde antes de ser viable, ya sea debido a un aborto o a un parto prematuro. Cuando no se ha logrado tener un hijo vivo se trata de una pérdida gestacional primaria, pero si la pérdida se presenta posterior a un embarazo en el cual sí se logro tener un hijo vivo, se trata de una pérdida secundaria.
A pesar de la adecuada intervención médica, en un 40% de los casos no se logra identificar la causa que origina el problema, por lo que éste es un padecimiento que implica uno de los mayores retos para el ginecobstetra y una de las mayores frustraciones para la pareja involucrada.
Por definición, la pérdida gestacional recurrente se refiere a la mujer que ha presentado tres pérdidas gestacionales consecutivas.
Al ser un padecimiento tan complejo, se recomienda realizar ciertos estudios en la pareja después de los dos primeros abortos consecutivos. Estas evaluaciones deben incluir todos los factores que el médico considere causales, entre ellos:
- Calidad de las células germinales (óvulo y espermatozoide), ya que se ha demostrado que entre el 50% y 60% de los abortos que suceden antes de la semana 12 presentan anormalidades cromosómicas
- Alteraciones anatómicas de la cavidad uterina, las cuales se presentan en aproximadamente un 15% de los casos
- Miomatosis uterinas severas
- Sinequias uterinas
- Incompetencia itsmico cervical
- Alteraciones en el ambiente materno como enfermedades crónico degenerativas (renales, cardiacas, hepáticas, etc.)
- Trastornos nutricionales de la madre
- Enfermedades infecciosas como toxoplasmosis, citomegalovirus, clamidia, etc.
- Alteraciones hormonales como diabetes, hipotiroidismo, deficiencia de progesterona o fase lútea deficiente
- Enfermedades autoinmunes
Además, a esta evaluación diagnóstico se le debe anexar una historia clínica completa que incluya:
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
- Datos de embarazos anteriores (fechas en que ocurrieron, duración, si hubo desarrollo embrionario o no, si hubo contracciones uterinas o no, ingesta de tabaquismo, alcoholismo, drogas, etc.)
- Historia familiar de enfermedades hereditarias, anomalías congénitas, relaciones consanguíneas, etc.
Debido a que en un alto porcentaje de los casos de pérdida gestacional no se logra identificar la causa probable de este padecimiento, es recomendable que las mujeres sean tratadas en centros especializados.
No se debe olvidar la carga psicológica que la pérdida gestacional recurrente implica, por lo que también es recomendable que la pareja reciba el apoyo psicológico adecuado.