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Evita las várices en el embarazo

Evita que te salgan esas molestas venas dilatadas de color morado o azul oscuro que se inflaman.

En el embarazo podrían aparecer várices, esas venas dilatadas de color morado o azul oscuro que se inflaman. Las principales zonas afectadas podrían ser pantorrillas o en la parte interna de la pierna y se presentan por problemas de circulación, sobrepeso o cambios hormonales.

Las várices aparecen debido a que la sangre se acumula de más y hace que las venas se hinchen. No causan malestares graves pero provocan que se sienta pesadez o dolor en las piernas e incluso ardor, síntomas que tienden a empeorar al final del día. Lo ideal es impedir que broten en el embarazo pero si ya se asomaron, cuida que no empeoren para que no alucines las molestias.

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Esto es lo que una mujer embarazada debe hacer para prevenir la aparición de várices:

  • Haz ejercicio todos los días para mantener una buena circulación de la sangre, por ejemplo caminar 15 minutos seguidos o subir y bajar escaleras.
  • Cuando estés recostada, levanta los pies con ayuda de un cojín o almohada al menos 20 cm.
  • Pregunta a tu doctor si puedes usar medias de compresión para lograr una mejor circulación. Su grosor te da mayor soporte en la parte de los tobillos disminuyendo la hinchazón.
  • El exceso de peso promueve que aparezcan, así que ahora que esperas a tu bebé cuida tu alimentación y sigue el aumento recomendado por tu médico.
  • Duerme sobre tu lado izquierdo y pon una almohada en tu espalda que te ayude a mantenerte así; esto evitará que presiones la vena del útero (vena cava que se encuentra del lado derecho) y dificultes la circulación.

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Un detalle importante que debes conocer es que cuando estás embarazada produces más sangre, hay más carga en las venas y las paredes de los vasos sanguíneos se relajan e hinchan al subir los niveles de progesterona.



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Evita hacer estas cosas durante el embarazo y las várices se mantendrán alejadas de tu cuerpo:

  • No te quedes mucho tiempo en la misma postura o de pie. Si estás sentada, no cruces las piernas ni los tobillos y trata de subir y bajar las piernas juntas para activar la circulación.
  • Si ya notas una vena saltada, no la sobes ni presiones demasiado porque te causarías un daño mayor. Ve inmediatamente al médico, pues si se trata de un coágulo (trombosis venosa superficial) es posible que necesites un tratamiento que incluya antibióticos.
  • No uses zapatos de tacón muy alto porque la presión en tus tobillos aumenta y también la hinchazón.
  • No te expongas directamente al sol porque el calor dilata las venas y, si tienes antecedentes familiares o predisposición a padecerlas, aparecerán más rápido.
  • Fumar dificulta la circulación sanguínea; además de cuidar la salud de tu bebé, ésta es una razón más por las que está prohibido hacerlo en la gestación.

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