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Las discusiones de pareja y los hijos

¡Cuidado! las peleas con tu pareja también afectan a tus hijos.

Muchas veces como papás nos preocupamos muy poco por comenzar una pelea delante de los niños. La prudencia, la tranquilidad y la tolerancia suelen desaparecer una vez que iniciamos una discusión de pareja, sin importar si tenemos la razón o no.

Si nuestra capacidad de afrontar las discusiones para lograr un cambio positivo falla, entonces empiezan los insultos, las recriminaciones y en ocasiones hasta la violencia.

Las discusiones constantes llegan a convertirse en parte de la dinámica familiar, lo que repercute negativamente en los hijos.

 

Motivos de enfrentamiento

 

Son muchos los motivos que originan las discusiones de pareja, sin embargo las razones más comunes por las que una pareja se enfrasca en una disputa son:



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  • Falta de comunicación
  • Problemas económicos
  • Familia de la pareja o familia política
  • Falta de atención y compromiso con la familia o con la pareja
  • Falta de cooperación, apoyo y tiempo dedicado a la pareja
  • Educación de los hijos
  • Sexualidad de la pareja
  • Celos
  • Rutina

Los sentimientos como el enojo, la ira, el coraje y el resentimiento generados por algún problema de pareja provocan una especie de “bloqueo” que nos impide percatarnos de quién se encuentra con nosotros o de lo que sucede a nuestro alrededor.

 

Los hijos frente a las discusiones

 

Después de una discusión es común escuchar a los niños preguntar cosas como:

  • ¿Por qué mi papá y tú se pelean?
  • ¿Por qué mi papá te dice cosas feas?
  • ¿Por qué le gritaste a mi papá?
  • ¿Por qué se enojan tanto?
  • ¿Qué hiciste o qué hice para que mi mamá se enojara?
  • ¿Se van a divorciar?
  • ¿Verdad que mi papá y tú nunca se van a separar?

Los niños no sólo se cuestionan la situación de sus padres, sino que además experimentan una gran preocupación, incertidumbre y angustia.

La fantasía de los niños no tiene límites, pueden llegar a imaginar o suponer cosas que a menudo están alejadas de la realidad, como que son ellos los culpables por los pleitos en casa, el conflicto de lealtades (tener que tomar partido hacia alguno de los padres) y el temor a la separación o el divorcio

Los niños aprenden más de nuestros comportamientos y actitudes que por las explicaciones y justificaciones que les brindemos en estas situaciones.

Al discutir frente a los hijos les estamos dando un ejemplo de falta de control, imprudencia, intolerancia y agresividad, además de afectar su autoestima, su seguridad y su confianza.

 

¿Cómo evitar las discusiones frente a los hijos?

 

El acuerdo y compromiso de evitar las discusiones frente a los hijos es tarea de dos. Pero en ocasiones las cosas se salen de control y aunque tengamos toda la disposición para evitar discutir en presencia de los niños, resulta muy difícil de cumplir.

Lo importante es que tú y tu pareja estén conscientes de las repercusiones que tienen estas discusiones en sus hijos, para que antes de empezar una discusión piensen en cómo les va a afectar a ellos.

Para lograrlo, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Establezcan acuerdos, busquen estrategias y encuentren la forma de evitar hablar de los problemas de pareja frente a los niños. Por ejemplo, una señal, un comentario previamente establecido que les recuerde el acuerdo.
  • Definitivamente deben resolver sus problemas cuando los niños duerman, se encuentren en la escuela o en algún otro lugar que no sea su casa
  • Comprométanse a respetar los acuerdos. Un acuerdo sin compromiso de cumplirlo, no sirve de nada
  • Olvídate de la idea de que los problemas se tienen que hablar y resolver en el momento. Las nuevas teorías de la comunicación dictan que no es lo conveniente por la carga afectiva negativa que representa, situación que adicionalmente bloquea la comunicación y el entendimiento
  • Recuerda la frase popular “en alguien tiene que caber la prudencia”. Si no es en tu pareja, tendrá que ser en ti
  • Si la discusión es inevitable, procura que sea en un tono más suave, evitando las agresiones verbales, pero sobre todo las físicas
  • Eviten las descalificaciones frente a los niños. Esto puede deteriorar su relación con ellos y la figura de autoridad
  • Explora los sentimientos de tus hijos frente a sus discusiones y tranquilízalos una vez pasada la discusión
  • Explícales a tus hijos que no son los responsables ni culpables de estas discusiones
  • Demuestren su amor frente a los niños, un beso o un abrazo pueden aminorar el efecto ocasionado por la pelea

Si no logran vencer los obstáculos de comunicación y las discusiones son constantes, es recomendable acudir a terapia de pareja por el bien de toda la familia.

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