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Celulitis, enemiga íntima

No te alarmes, ¡Sí hay solución!

Simplemente oír la palabra “celulitis” es suficiente para abrumar el corazón de miles de mujeres. La combatimos a ciegas, aún teniéndola presente. Pero recuerda, antes de poder ganarle al enemigo, debes conocerlo.

La celulitis es un problema metabólico caracterizado por la alteración de las células del tejido adiposo (adipocitos), que al no drenar sus toxinas, se inflaman, aumentan de tamaño y adquieren más rigidez de lo normal, causando por compresión un problema circulatorio y linfático, además del consecuente problema estético. Existen tres tipos de celulitis:

1- Celulitis edematosa: produce sensación de hormigueo y pesadez en las piernas debido al estancamiento de los líquidos. Acumulación de material de desecho en las células o simplemente asintomática.
2- Celulitis fibrosa: caracterizada por la formación de nódulos. Al pellizcar la piel puedes notar que persisten las marcas de presión de los dedos sobre la zona afectada. Incapacidad de deslizamiento suave de los dedos sobre la zona.
3- Celulitis esclerótica: por lo general aparece en la parte lateral de los glúteos, en forma de abultamientos irregulares de la piel; es en otras palabras la clásica “piel de naranja”.

La celulitis puede comenzar a producirse desde la adolescencia y es desencadenada por factores de herencia genética y ambientales:

• Dieta alta en grasas y toxinas
• Ser fumadora
• Ser sedentaria
• Estrés
• Desbalance hormonal
• Ingesta de agua insuficiente
• Algunas pastillas anticonceptivas
• Herencia genética (en este caso, no hay mucho que puedas hacer para combatirla).

¿Qué soluciones existen?



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Se sabe que llevar una vida físicamente activa y una dieta baja en grasas saturadas puede ayudar a disminuir en forma importante los efectos de la celulitis y hasta hacerla invisible, aunque esta no desaparece realmente.

Si quieres revertirla, primero enfócate a terminar con los hábitos que la producen. También existen tratamientos y cremas reductoras que pueden servirte de apoyo.

• Endermologie: es un tratamiento que se realiza con una máquina y que fue desarrollado en Francia durante la década pasada. Por medio de un masaje especial, aumenta la circulación de la zona afectada un 200% (el masaje manual puede incrementarla hasta en un 60%), y esto libera las toxinas que son eliminadas más tarde. El Endermologie tambien exfolia la piel dejándola más suave.
• Masajes con cepillo: esto es algo que puedes hacer durante el baño, complementándolo con un gel anticelulitis (los venden en farmacias y supermercados). Haciéndolo en forma diaria, durante unos 5 minutos mínimo, ayuda a revitalizar y mejorar el aspecto de la piel afectada.
• Lipoescultura: este método es efectivo para quitarte unos centímetros, pero no para combatir la celulitis. Se trata de la remoción de tejido adiposo de piernas, caderas, abdomen y otras áreas. Sin embargo, al no cambiar la estructura de la piel, no puede eliminar la celulitis en forma permanente. El costo es elevado y la recuperación es algo lenta.

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