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¿En qué nivel de tu vida estás?

Se dice que en la relación de los adultos hay 4 etapas, compromiso, paternidad, la meseta y la madriguera vacía.

Según algunos especialistas, existen cuatro áreas mayores en las relaciones de adultos: compromiso, paternidad, la meseta y la madriguera vacía; estar preparada para vivir cada una puede salvarte de disgustos y ayudarte a sacarle lo mejor a tus experiencias. Estos niveles son:

Nivel 1: Compromiso.- encuentras una relación seria.
Nivel 2: Paternidad.- tienes hijos.
Nivel 3: La meseta.- te encuentras en la cima de tu carrera.
Nivel 4: La madriguera vacía.- dejas que tus hijos se vayan.

Dejar un nivel de vida por otro, a menudo significa que te estás desplazando hacia cosas maravillosas, como por ejemplo la decisión de tener un hijo. Sin embargo, también significa que estás dejando cosas atrás, como tu libertad de hacer lo que se te antoja cuando decides estar con una pareja, o bien, dejar atrás las interminables horas de sueño.

Aunque muchos niveles de vida son etapas en las que estamos buscando algo, esos niveles tienen sus inconvenientes. Es probable que te sientas triste acerca de moverte o dejar el ambiente familiar. También es probable que te sientas preocupado acerca de cómo encarar nuevos retos y responsabilidades.

Entonces, ¿qué puedes hacer? Básicamente, asegúrate de que en el punto del que te estás moviendo al hacer cambios en tu vida tengas un apoyo particular, porque es cuando tú estás más propensa a estresarte, aún si es una forma feliz de estrés. Entonces ocúpate de ti misma: físicamente, descansando y solicitando la ayuda de otras personas; emocionalmente, platicando de tus preocupaciones con amigos o tu pareja.

Cada nivel tiene su propio reto, el cual necesita una particular respuesta:



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* Nivel 1: El compromiso. Es emocionante cambiar, estar comprometido. Pero perderás la independencia de la soltería y tendrás que hacer frente con el dar y recibir de la sociedad.

Para adaptarte a este nivel te recomendamos: revisa tus expectativas (las cuales pueden ser diferentes a las de tu pareja) antes de dar el gran paso. Deberás ver todo acerca desde donde vivirás, quién lavará los platos, hasta cómo organizar tu vida social. Tómate tu tiempo para revisar completamente las prioridades de lo que cada uno necesita y vuelve a revisar estas prioridades cada un cierto tiempo.

* Nivel 2: La llegada de los hijos. Convertirse en madre es maravilloso, pero también significa un gran estrés físicamente y una gran responsabilidad emocional. Las relaciones sexuales pueden quedar en el olvido temporalmente porque te sientes agotada y tu pareja puede sentirse desplazado por la llegada del bebé.

Para adaptarte a este nivel te recomendamos: no dudar en pedir ayuda, desde tu médico, amigos y familia. Si te sientes particularmente sola y aislada, contacta a organizaciones especializadas, como Liga de la Leche, por ejemplo. Pero ten en cuenta que si estás realmente cansada, es posible que se trate de una depresión pos-natal, así es que acude con tu médico para que juntos encuentren una solución a tu problema (él podría recomendarte a alguien especializado en este tipo de depresiones). También recuerda que tú y tu pareja necesitan convivir tiempo solos, para adaptar su relación, ya que ahora existe un nuevo miembro en la familia.

* Nivel 3: La meseta. Después de vivir muchos cambios emocionantes y de llegar a tu punto de equilibrio, cuando tu carrera está estable, tus hijos ya son más independientes y has logrado cierta estabilidad económica, es posible que sientas que ya no hay más emociones por vivir. La meseta es más un estado emocional y mental que un hecho concreto. Es una época en la que tus logros pueden pesarte más que los fracasos pues implican que parte de realización que tenías planeada ya ha sido alcanzada, y hablando honestamente, hay pocas cosas tan aburridas como una vida rutinaria y predecible.

Para adaptarte a este nivel te recomendamos: sé más positiva y proactiva y empieza a buscar nuevos desafíos. Utiliza la energía que te sobra asistiendo a un nuevo curso relacionado a algo que te guste mucho, cambia tu rutina casera, usa tus tardes para algo diferente o realiza un viaje que tenías planeado hace tiempo.

* Nivel 4: La madriguera vacía. Excelente, los niños ya han crecido, se han ido de casa y ustedes pueden ser una pareja nuevamente. Sólo hay un problema. Extrañan a los hijos, extrañan ser necesitados, y ahora sientes que te han quitado una parte de ti. Eso se puede deber a que tú y tu pareja están tan acostumbrados a ser padres que han olvidado cómo estar cerca, ser amantes y pareja.

Para adaptarte a este nivel te recomendamos: haz nuevos amigos o comienza a reunirte con más frecuencia con los que ya tenías para llenar los espacios que tus hijos acostumbraban ocupar. Haz planes con tu pareja para viajar a algún lugar que no conozcan. Si sientes que tu relación ha perdido su razón de ser, no te sientas avergonzada en pedir ayuda, contacta a un especialista (terapeuta de parejas).

Algunos de estos niveles de vida te sucederán a ti en el futuro. Pero aún existen muchas cosas que valen la pena a tu alrededor. Si sabes qué nivel viene y puedes planearlas y prepararte, entonces podrás confiar, en cada nivel, de encarar con éxito el riesgo.

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