¿Por qué la independencia financiera es tan importante?
Algo que tal vez no parezca demasiado grave, debido a que está tan extendido en nuestra sociedad, pero que en realidad tiene consecuencias negativas en el futuro es el hecho de que aún hoy la mayoría de las mujeres sigamos dejando nuestras responsabilidades financieras en manos de la pareja.
Este hecho nos quita independencia y también poder, pero aún más grave, limita nuestra experiencia en cuanto a finanzas. De acuerdo con diversos estudios, cerca de 90% de las mujeres, a través del divorcio, la viudez, o porque nunca se han casado, estará a cargo de sus propias finanzas en algún punto de su vida.
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Las excusas no sirven
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“Es que no sé por dónde empezar”, “es demasiado difícil”, “ya con todo el trabajo que tengo en casa y en la oficina no tengo tiempo para ocuparme de esto” y mil excusas más, ¿qué tienen de cierto?
Es verdad que la mujer en la actualidad ha asumido muchas responsabilidades: además de contribuir a la economía familiar, sigue siendo el pilar en la educación y crianza de los hijos, sin contar con el trabajo de la casa. Sin embargo, se puede construir un futuro por medio de las herramientas financieras que existen en el mercado, tales como seguros, fondos de retiro y de inversión, arriesgando muy poco, pero ganando mucho.
Lo curioso es que los hombres que invierten lo hacen para hacer crecer su dinero, mientras que las mujeres aún invertimos para proteger nuestros ahorros.
10 pasos para ser dueña de tu futuro financiero
1. Supera el miedo: El conocimiento es poder, y en cuanto a finanzas este poder se refiere a tu capacidad de dirigir tu vida hacia el camino que quieras. El mejor remedio para el miedo es el conocimiento, es decir, que comiences por aprender sobre finanzas de una forma simple, ya sea por medio de libros o de cursos y seminarios.
2. Paga siempre con dinero en efectivo: Haz un presupuesto de gastos —tanto personales como del hogar— y procura en lo posible manejarte siempre con dinero en efectivo, y sin salirte de ese límite de gastos. Es mejor también que guardes tus tarjetas de crédito. De esta manera tendrás una noción real de tus necesidades en cuanto a gastos y no estarás endeudándote con el peso adicional de los intereses que te cobrarán.
3. Busca un consejero financiero: Podrá ayudarte a establecer tus metas y a identificar tus necesidades en particular. Y recuerda que por más experto en finanzas que sea tu asesor y buenos consejos te dé, la decisión final es tuya.
4. Establece tus metas: La clave del éxito es la objetividad, sé honesta con lo que quieres y con lo que puedes lograr. Comienza por soñar, escribe en un papel las cosas que te gustaría ir teniendo y haciendo con el paso del tiempo. Estas pueden ser desde ver a tu hijo graduado de la universidad sin que hayas quedado endeudada y hacer un viaje a Europa con tu pareja, hasta comprar un coche o una casa. Calcula el tiempo que te llevará lograr lo que sueñas. Con base en tus metas inmediatas deberás ajustar tu presupuesto.
5. Identifica tu «límite de riesgo»: Descubre si eres una inversionista conservadora o agresiva. Evita las inversiones que te hagan sentir inquieta o nerviosa. Quédate dentro de tu rango. Algunos asesores financieros hacen la prueba del «sueño»: Pones tu dinero en algún tipo de acciones o títulos; si despiertas por la noche, quiere decir que tu dinero está en el lugar equivocado. El lugar correcto, obviamente es aquel con el que te sientes segura y confiada.
6. Si eres casada, soltera o tienes un asesor financiero no renuncies a tu responsabilidad: La riqueza es algo que puedes construir junto a tu pareja. Pero es importante para ti como mujer que sepas que tienes iniciativa y sobre todo que tienes tus propios planes. Esto te dará mucha seguridad y confianza en ti misma, en tus decisiones y en tu vida.
7. Sé consciente de tus opciones: Si piensas que es un sacrificio ahorrar parte de tus ingresos para asegurarte un provenir de tranquilidad, piensa entonces en cómo será ese futuro si no tienes nada de qué sostenerte. La falta de previsión se traduce en sacrificios mayores, como el tener que trabajar para subsistir —y no por placer o amor al trabajo— pasados los 60 años, o no poder brindarle la educación que sueñas a tus hijos, y en consecuencia privarlos de mejores oportunidades en el futuro. Lo recomendable es que ahorres mensualmente entre un 5 y un 10% del total de tu sueldo.
8. Tómate tu tiempo: La mejor forma de adquirir confianza es por medio de la experiencia. Comienza invirtiendo en fondos de inversión, seguros, y ahorrando. Más tarde podrás ir incrementando el nivel de “riesgo” de tus inversiones conforme vayas aprendiendo sobre tu conducta como inversionista.
9. Protege tu valor con un seguro de vida: Esto no significa que algo negativo vaya a sucederte, sino que es una señal del compromiso que tienes con tu familia de protegerlos siempre, en cualquier momento y circunstancia.
10. Pasa tu experiencia a la siguiente generación: Si tienes una hija mujer edúcala sobre el dinero y las finanzas para que ella pueda evitar las frustraciones y problemas que hayas experimentado. Esta será una de las herramientas más valiosas con que contará para lograr sus objetivos en el futuro.