Aunque todos los papás nos enfrentamos a situaciones imprevistas mientras esperamos la llegada de nuestro bebé, es muy diferente saber que estará contigo después de 9 meses a tener que enfrentarte a una espera interminable llena de trámites y papeles y sin fecha fija. Sólo hasta que por fin lo tienes en tus brazos entiendes que ese largo tiempo ha terminado y te descubres inmersa en un torbellino de emociones.
Todo es nuevo… para todos
El primer encuentro es tan inquietante para ti como para el nuevo bebé. Él también te descubre como madre y tiene una enorme necesidad de ser confortado, sobre todo si ya pasó por varios brazos. Aún cuando tu bebé ya ha recibido afecto, su vida hasta ahora ha estado marcada por la inestabilidad, por lo que es importante ayudarlo a comprender que por fin llegó a su destino y decirle palabras de amor como: “Te adoptamos, estamos aquí para ti, puedes tener confianza, ya nada debes temer. Es fantástico haberte encontrado”.
Aunque durante toda esta espera a veces tú y tu pareja hayan dudado de sus capacidades como padres, deben convencerse que saben tanto como los demás para hacer un excelente papel. Cuanta más confianza tengan en sí mismos, mayor sentimiento de serenidad lograrán infundir en su nuevo hijo.
¿Cuándo llegan las primeras preguntas?
Generalmente surgen con la curiosidad de cómo nacen los bebés. Todos los psiquiatras y especialistas de la infancia coinciden en explicarle que llegó a su vida a través de la adopción lo más pronto posible. Cuánto más lo pospongas, más delicado será porque no sabrás qué palabras utilizar ni en qué momento decírselo. Por el contrario, si no lo aplazas, su apego mutuo se asentará sobre una base de sinceridad, sin ocultamientos y podrá crecer sin tener que sufrir una revelación drástica algún día.
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Se recomienda que sean los padres adoptivos los que le informen al niño acerca de la adopción. A los niños se les debe de informar sobre ésta de tal forma que ellos puedan entenderla. Existen dos puntos de vista sobre la edad en que se recomienda hacerlo, ya que unos consideran que en edades tempranas los pequeños pueden asimilar e integrar la idea en su esquema de vida, mientras que otros comentan que esto puede confundirlos cuando son pequeños, haciendo que no logren comprender este concepto. De cualquier forma, deberán ser éstos quienes le informen de su situación. Esto ayuda a que el mensaje sea positivo y además, permite que el niño confíe en sus padres.
Es lógico que tu hijo entienda las palabras a su manera y de acuerdo a su edad, pero conforme crezca sentirá la necesidad de hacer más preguntas y logrará comprender mayor cantidad de cosas. Sin embargo, no hay que olvidar que para él lo más importante es sentirse amado y que vive en un hogar estable.
Ahora, si el niño se entera, intencional o accidentalmente, por otra persona que no sea uno de sus padres, es posible que sienta ira y desconfianza hacia ellos y puede ver la adopción como mala o vergonzosa, ya que se mantuvo en secreto.
Recuerda que todo hijo adoptado atraviesa por una crisis de identidad difícil de superar, por lo que es importante hablar con tu familia sobre cómo deseas que traten el tema si llega a preguntarles para evitar que escuche explicaciones contradictorias y se sienta confundido. Incluso, en caso de que ya tengas más hijos, sus hermanos podrían ayudarlo a superar esta crisis.
Algunos niños adoptados puede desarrollar problemas emocionales y de comportamiento. Estos problemas pueden ser resultado de las inseguridades ocasionadas por su situación. Por esto, es importante acudir con un especialista. Actualmente existen varias organizaciones dentro y fuera del país que pueden brindarte orientación y ayuda en caso de que desees adoptar un bebé. No dudes en pedir apoyo y siéntete tranquila y orgullosa pues no todos los seres humanos somos capaces de tomar esta difícil tarea de ser papás adoptivos. ¡Disfruta de esta nueva maternidad!