Enemigos comunes
Más allá de la cuarentena y del bienestar físico, el sexo después del parto es también una cuestión psicológica, por eso, lo primero que debes considerar son tus temores y todas aquellas actitudes que pueden ser un obstáculo para reiniciar tu vida sexual, como el cansancio o quizá, discusiones con tu pareja o problemas familiares.
La cantidad de problemas que podemos encontrar en ese reencuentro con nuestra pareja son infinitos. Pero además, no sólo están relacionados con nuestra apariencia física ni con las “heridas de guerra” que nos trajo el parto. Muchas mujeres manifiestan preocupación por el placer que tendrán y temen haber perdido la capacidad de proporcionarlo a su compañero. En ese sentido destaca la creencia de que la vagina quedó más grande luego del paso del bebé, lo que significa que no vamos a dar ni a recibir placer igual que antes, por lo que nuestro reencuentro con la sexualidad se convierte en una dificultad.
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Sin embargo, las dificultades para el sexo posparto no son únicamente un problema tuyo, tu pareja también participa de ello, pues el hombre puede sentir culpa o temor de lastimar a su mujer; o quizá también le cueste trabajo ver a su esposa y amante ya convertida en madre –sobre todo por cuestiones culturales–, lo que provoca una reducción de su deseo sexual y que se olvide de que además, es mujer.
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Todo sobre el sexo posparto
Reanudar tu vida sexual luego del parto, sin importar lo “fácil” o complicado que éste haya sido es todo un reto para la mayoría de las parejas, muchas no consiguen superar esta etapa y terminan separándose, de ahí la importancia de la comunicación, pero sobre todo, de mucha comprensión y paciencia mutua.
Desde el punto de vista físico, recuerda que tu cuerpo está preparado para reanudar las relaciones sexuales en promedio 40 días después del parto. Además, no tienes que preocuparte por el tamaño de tu vagina, los expertos coinciden en que los músculos vaginales son lo suficientemente elásticos y flexibles, así que permiten la salida del bebé sin alterarse demasiado. Por otro lado, recuperan la capacidad de percibir la entrada del pene. Sin embargo, no está demás que practiques los famosos ejercicios de Kegel (contraer y relajar los músculos de la vagina) para recuperar el tono muscular.
Por otro lado, considera el caos hormonal que ha sufrido tu cuerpo, el cual, además de traducirse en dolor y cansancio (éste último crecerá exponencialmente de acuerdo a lo demandante que resulte tu bebé), afecta el principal órgano sexual que tienes, tu cerebro. Es decir, sentirte preparada no sólo física, sino además, mentalmente es importantísimo para que puedas seguir adelante con tu vida sexual y disfrutarla.
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Piensa: además de sentirte físicamente devastada, por el cansancio, por las hormonas, por lo que quieras, ¿cómo está tu autoestima?, ¿cuáles son tus principales miedos?, ¿de verdad se trata de miedo, o sólo castigas a tu pareja porque sientes que no te ayuda lo suficiente con el bebé? Quizá el primer paso es establecer claramente qué es lo que esperas, no sólo de ti, sino también de tu pareja en esta nueva etapa de la relación.
Para ninguna mujer resulta sencillo reconquistar su sexualidad, pero hacerlo, te ayudará a desempeñar mejor tus roles sociales y comprenderás la maternidad de un modo absolutamente diferente.
Antes de madre fuiste hija, hermana, compañera, amante, pero sobre todo, mujer. En ese sentido, reiniciar tu vida sexual forma parte de un complejo proceso psicológico en el cual reafirmas tu autoestima y al mismo tiempo, fortaleces tu relación amorosa con el hombre que es tu compañero y padre de tus hijos.
Por ello, antes de obsesionarte con tu imagen corporal, reflexiona cómo percibes la idea de tener sexo con tu pareja después del bebé. ¿Te parece inconcebible? Pues desecha lo más pronto que puedas semejante desatino y trabajen juntos para recuperar el sexo perdido. Recuerda, es asunto de dos.