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Vida en Marte: comunicándote con tu pareja

Seguro quieres esa «buena comunicación» con tu pareja. Aquí te damos tips para que puedas lograrlo.

Hay que admitir que cuando las mujeres pensamos en una “buena comunicación” con la pareja, la mayoría asume o idealiza a un hombre que mira con nosotras capítulos de Sex and The City y que, al tiempo que entiende las desventuras y el dolor de Carrie Bradshaw, nos cuenta sus más íntimos secretos.

Por supuesto, cuando de “buena comunicación” se trata, las mujeres nos asumimos las diosas, por el simple y sencillo hecho de que “expresamos nuestros sentimientos” y  hablamos hasta por los codos. Hay otras formas de comunicación… ¿estás tomando en cuenta las de tu pareja?

Más allá de las diferencias entre hombre y mujer, de persona a persona, las formas de interpretación y expresión cambian radicalmente. No es tan descabellado si lo piensas: un simple gesto puede significar un halago para alguien y una ofensa terrible otros. Es ahora cuando debes pensar si estás prestando atención a los mensajes que te rodean.

De acuerdo con el libro Parejas ¿parejas? de María Elena Maroto y Sandra Haddad Lahud, hay tres sistemas representativos básicos, conocidos como canales de interacción, los cuales son:

  • Visual
  • Auditivo
  • Cinestésico

Una persona visual es una que se da cuenta de todos los detalles, percibe a través de colores, espacios y memoriza las cosas a través de imágenes, de igual manera, tiene una gran facilidad para comprender textos.  La persona auditiva prefiere las pláticas y se orienta en los entornos por los sonidos a su alrededor, además de entender más fácilmente estructuras musicales.

En cuanto a la persona cinestésica  se refiere, esta dependerá más de las sensaciones  e intuiciones: confía plenamente en sus sentimientos. Generalmente son personas con un desarrollado sentido del gusto y del olfato, sensibles a diferentes texturas y ciertamente, muy expresivas.



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Comunicación es compromiso

La pregunta que ambas autoras realizan es clave: ¿en realidad quieres y te interesa mejorar tu comunicación con tu pareja? Porque, como ellas señalan, “mejorar la comunicación implica compromiso”.

Mientras que una discusión tranquila con gestos manuales puede ser buena para una persona visual  en tanto que una larga plática sea necesaria con alguien auditivo y explorar sentimientos será absolutamente básico con un cinestésico.

Así pues, en este proceso de exploración comunicativa, encontramos que en la relación:

  • Se genera un marco de referencia común, mucho más amplio que el de cada uno, para interpretar el mundo.
  • Se expande la capacidad de comprensión, no sólo de puntos de vista, sino de sensaciones y de conductas de la pareja.
  • Se dispone de información de mayor calidad para cualquier toma de decisiones.
  • Se ahorra tiempo.
  • Surgen aprendizajes nuevos que repercuten en el crecimiento de la pareja.
  • Al escuchar con cuidado, adquirimos el derecho a exigir que los demás nos escuchen.
  • Se demuestra buena educación y se recibe, a cambio, la simpatía y la gratitud del interlocutor.

El ejercicio del espejo

En lo que encuentras una nueva manera de comunicarte con tu pareja, nosotros te sugerimos el ejercicio del espejo. Aunque al principio lo encontrarás frustrante, después entenderás que es necesario para evitar los huecos en la comunicación.

Consideramos que este ejercicio funciona para los tres canales de interacción debido a su efectividad para transmitir un mensaje de manera adecuada al otro.

  • Elige un tema para discutir sobre el cual sientas que no se están entendiendo.
  • Alguien debe ser el individuo y el otro hace de espejo.
  • El individuo dice, por ejemplo,  “respecto a este tema, mis sentimientos son de tristeza y a veces pienso que no me apoyas tan activamente como podrías”.
  • El espejo debe repetirlo todo igual pero en segunda persona: “Respecto a este tema, tus sentimientos son de tristeza y a veces piensas que yo no te apoyo tan activamente como podría”.
  • Después de expresar todo lo que desea, el individuo debe funcionar como espejo del otro.

Lo que este ejercicio busca es promover un diálogo efectivo en el que todos sean escuchados atentamente a través de la repetición, que también genera empatía por el otro.

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