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¿Por qué agacharte para hablar con tu hijo?

La psicóloga y psicoterapeuta Isabel Fuster asegura que agacharte para hablar con tu hijo es una postura ante la vida.

escucha activa

Crédito: agacharte para hablar con tu hijo

Puedes pensar que se trata de un mal hábito, pero agacharte para hablar con tu hijo es algo importante para su desarrollo e incluso para su futuro y que tienes que comenzar a hacer ¡ya!

Es una práctica para nada nueva pero para muchos poco conocida, se llama Escucha Activa y ha sido referencia para la educación de los niños en todo el mundo.

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Según se sabe, el término Escucha Activa lleva en el mundo desde 1957 y fue asignada por los psicólogos estadounidenses Carl Rogers y Richard E. Farson. Además, en años siguientes el también psicólogo Thomas Gordon escribió el manual para aplicarla:Técnicas Eficaces para Padres (MEDICI).

Medios españoles han compartido declaraciones de la psicóloga y psicoterapeuta española Isabel Fuster, quien asegura que agacharte para hablar con tu hijo es una postura ante la vida, una forma de siempre estar, literal, a la altura de todo.

Lo importante es que tú, como su ejemplo a seguir, tienes que ponerte a la altura de tus hijos y por la sencilla razón de que aunque deba dejarse guiar, NO eres superior ni debe pensar que lo eres.



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Agacharte para hablar con tu hijo tiene como finalidad evitar que tu hijo crezca pensando que siempre debe competir,  ser superior a los niños de su clase, a sus amigos e incluso a sus hermanos.

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Isabel Fuster lo deja más claro para los adultos ya que asegura que «esta comunicación parece muy sencilla, pero al tratar con niños nos encontramos con la dificultad de que el pequeño no entiende el mundo de los mayores, cuyo principal medio de comunicación es el discurso hablado. Hasta aproximadamente los 12 años, se encuentra en un mundo sensorial y perceptivo diferente del nuestro”.

Por otro lado, la pedagoga Leticia Garcés Larrea, especializada en educación infantil con Grado de Magisterio infantil en la Universidad de Rioja, España, define esto como “una forma de comunicación entre los miembros de la familia que va a permitir desarrollar la empatía, a la vez que proteger los vínculos afectivos”.

Lo importante es que desde pequeño tu hijo comience a tener empatía con la gente que está  a su alrededor.

Con información de El País y The New York Times.

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