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Libros infantiles: ¿por dónde empezar?

Despierta su interés en esta actividad y fórmalo como un gran lector.

Una preocupación con respecto a la educación es fomentarle el gusto por la lectura sin embargo es normal si en el camino te surgen dudas: ¿cuándo y cómo empezar y qué es lo mejor para su edad?

Antes de iniciar debes estar convencida de que es una actividad amena y no una obligación pues además de entretenernos, nos brinda información y detona la creatividad ¡Imagina todo lo que puede hacer por el desarrollo intelectual de tu hijo!

Sigue estas recomendaciones para lograr que disfrute y se beneficie de este hábito.

Nunca es tarde
No existe una etapa ideal para presentarle un libro. Desde pequeño puedes incluirlos en su grupo de juguetes para que empiece a relacionarlos con algo divertido; sólo asegúrate de tener el adecuado para él. Considera que para los lactantes y prescolares deben predominar las ilustraciones; posteriormente cuando aprenda a leer, podrá aumentar la cantidad de texto.

Todo a su tiempo
El proceso se dará de manera paulatina. Al inicio sólo asociará sonidos con imágenes específicas, después aprenderá a darle vuelta a la página, a señalar lo que les es familiar y nombrarlo. Luego verás que habla sobre la secuencia del cuento ¡todo un proceso cognitivo!

Respeta su interés
Puedes ponerlo en práctica todo el tiempo que quieras pero el único requisito es no sobrepasar los periodos de atención. Toma en cuenta que mientras más chico, menor es la concentración y que poco a poco se incrementará. No insistas si lo notas cansado o sin disposición.



Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.

Dale el ejemplo
Recuerda que los niños aprenden por imitación así que este hábito estará ligado a su ambiente sólo si está rodeado por adultos lectores; de ese modo lo verá con naturalidad, como fuente de información, placer y utilidad.

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Parte de la rutina
Busca un momento para leer juntos por ejemplo antes de dormir. Así mismo, designa un lugar específico para guardarlos, procurando que estén a su alcance. También enséñalo a cuidarlos y a forrarlos con plástico para protegerlos.

¡Hazlo divertido!
• Permítele elegir. Busca aquellos que llamen su atención, no critiques su decisión y muéstrale inquietud por conocer la trama
• Lean sus favoritos pero incluye otras propuestas. Cuéntale brevemente de qué tratan para avivar la curiosidad
• Apóyate con otros recursos creativos. Enséñale que puede representar el texto con títeres, pintando en una hoja y todo lo que su imaginación le permita.
• Busca sagas. Así lo mantendrás inmerso y querrá saber sucedió con su héroe, princesa o personaje favorito
• Dale su turno. Si te lo pide, déjalo leer una parte del cuento para que haga suya la actividad
• Reconoce su esfuerzo. Felicítalo cuando termine y motívalo a que continúe con uno nuevo
• Entra al mundo de la tecnología. Es un hecho que hay una preferencia por lo digital. Cuando sea más grande, muéstrale que también puede encontrar los textos en línea

Beneficios
• Le brinda las bases para el proceso de la lecto-escritura: el orden en que se lee, de izquierda a derecha y de arriba abajo
• Aprende que los dibujos y las ilustraciones ayudan a complementar y a anticipar la información que obtenemos del texto, que las palabras están separadas por espacios y que los cuentos tienen una secuencia
• Detona la capacidad de comprensión, audición, expresión y concentración
• Estimula el desarrollo emocional, la imaginación y amplia el conocimiento del mundo que lo rodea
• Incrementa el vocabulario y favorece el lenguaje
• Fortalece la convivencia, ya que además ofrece cercanía física y sentimientos de calidez y seguridad que en consecuencia, aumentarán su gusto

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