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Prohibido castigar: como en taquilla

Si tu hijo es educado con tácticas divertidas y originales, su conducta será mucho mejor.

Por Nancy Steinberg, psicóloga infantil

Muchos lectores me han comentado que les gusta la idea del boleto para aplicarlo en la educación de los niños, en la comunicación con las parejas y en la vida en general; pero que, con mucha frecuencia, se topan con la dificultad de traducir su forma de hablar no solamente al “formato sí”, sino al formato “de taquilla”.

Así que les daré algunas ideas de cómo pueden aprender y practicar este sistema:

  • Imagina que te invitan a una boda y la invitación dice “Etiqueta Rigurosa” y entonces tú llegas de vestido cóctel y tu esposo con traje café. El vigilante, por supuesto, los detiene en la entrada y tú te molestas. Analizando este sencillo ejemplo podemos decir que “el boleto para entrar a la fiesta es que tú vayas de largo y tu pareja, de smoking”. Si tú no cumples con esta consigna, el mensaje que estás enviando es que no quieres entrar. De manera que tu molestia con el vigilante – y tus amigos los novios –  es injustificada
  • Ahora un ejemplo de niños. Es la hora de comer y tu hija pequeña tiene dificultad para terminar: juguetea con la comida en el plato, se mete un bocado a la boca y ahí lo deja por horas; parece no terminar de tragarlo nunca. Al mismo tiempo lloriquea que ya no quiere comer, que se quiere ir a jugar, vaya es la escena de todos los días. Al límite de tu paciencia, recurres a la amenaza: “hasta que no te termines todo lo que tienes en el plato, no te puedes levantar”. La próxima vez, intenta traducirlo por “el boleto para levantarte de la mesa, es terminar lo que tienes en el plato”
  • Con niños un poco mayores, los permisos para invitar a un amigo a casa pueden brindar otra oportunidad de acudir a la taquilla. A ti te gusta que tus hijos inviten amigos a la casa, pero te molesta que saquen los juguetes y no los guarden, dejando un gran desorden que te tocará levantar. La reacción frecuente: “Mira el tiradero que dejaste; si no me ayudas a levantarlo, no vuelvo a darte permiso de invitar a tus amigos a la casa”. Puede sustituirse por: “Veo que tus amigos y tú la pasaron muy padre; pero dejaron mucho tiradero. El boleto para que te dé permiso de volver a invitarlos es que recojas lo que dejaron fuera”. En todos estos casos recuerda mantener una actitud relajada, pero firme. A fin de cuentas, estás aprendiendo a no regañar

Te invito a practicar esta estrategia; verás que educar también puede ser divertido. ¡Buena suerte!

Encuentra a la doctora Nancy en @doctora_nancy,  midoctoranancy.com  o al teléfono 5294 0354.



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