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Esterilización femenina: ¿sí o no?

Esta cirugía es permanente y tiene sólo 2% de fracaso después de 10 años.

La esterilización femenina es un procedimiento quirúrgico en el que las trompas de Falopio —que transportan el óvulo desde el ovario hasta el úterose bloquean por medio de una ligadura y un corte, que después es cauterizado.

Cómo funciona
El bloqueo de las trompas de Falopio impide que los espermatozoides se unan con el óvulo y por consiguiente imposibilita el embarazo.

“¿Soy candidata para hacérmela?”
No hay razones para que tu médico pudiera negártelo y menos si estás completamente segura de que no quieres o no debes (por razones de salud) tener más hijos y deseas protegerte contra el embarazo.

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Ventajas

  • Sumamente eficaz y de efecto inmediato
  • Permanente
  • No tiene consecuencias sistémicas (no daña tu organismo)
  • No interfiere con el acto sexual
  • Tiene resultados beneficiosos que no se relacionan con la anticoncepción (protección parcial contra el cáncer del ovario)

Desventajas



Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.

  • Probabilidades de arrepentimiento
  • Molestias por el procedimiento quirúrgico
  • No protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual –ETS– o el VIH
  • Si la operación fracasa (lo cual ocurre rara vez) y quedas embarazada, existen numerosas probabilidades de que tu embarazo sea ectópico, o sea que se desarrolle en una de tus trompas

Dado el carácter irreversible de esta cirugía es muy importante que tu ginecobstetra te brinde un asesoramiento a fondo, cuando lo haga, asegúrate que sea capaz de determinar si eres del tipo de paciente que tiene probabilidades de arrepentirse.

Podrías llegar a arrepentirte si:

  • Eres menor de 30 años de edad
  • Soltera o recién casada
  • Alguien te presiona a tomar la decisión
  • Tu pareja se opone
  • El procedimiento se realiza inmediatamente después de tu parto
  • Lo eliges porque tienes acceso limitado a otros métodos

Lo indispensable para querer o no tomar esta medida, es que tengas claros tus objetivos. Responderte a preguntas como “Por qué y para qué me sometería a la cirugía”, pueden servirte como guía acertada.

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