Después de dos hijos, mi esposa me exigió una “prueba de amor” muy singular… Por supuesto, creó una atmósfera muy especial para hacerme dicha propuesta: preparó mi platillo favorito, llevó a los niños a casa de una de sus amigas y tuvimos la casa para nosotros solos por un día. Al final de tan excelente velada me preguntó: ¿Por qué no te haces la vasectomía?
La pregunta me cayó como balde de agua fría, y al mismo tiempo, puso a prueba mi profesionalismo como psicólogo y mi responsabilidad como padre y esposo. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: ya teníamos una niña y un niño. Desde antes de casarnos, mi esposa y yo habíamos manifestado nuestro deseo de ser una familia únicamente de cuatro, a la cual, eventualmente, podría sumarse una mascota. Finalmente, mis recursos económicos resultaban insuficientes para garantizar la manutención de un hijo más. Entonces, si era tan consciente de mi situación y de lo que podía dar a mi familia, ¿por qué no me hacía la vasectomía?
El terrible diván
El uso de cualquier método anticonceptivo, definitivo o no, debe ser siempre un asunto de pareja. Platiquen y piensen bien lo que dirán para evitar discusiones innecesarias. Los siguientes tips podrán ayudarlos a resolver el dilema de la vasectomía de mejor manera. Pónganlos en práctica, pero sobre todo, respétense.
- Hablen del tema y asistan juntos a las consultas. Eso sí, debe ser una decisión conjunta. Si tú no quieres y sólo vas porque no deseas discutir con tu esposa, lo único que tendrán son dificultades
- Comunícale a tu esposa tus temores y confía en ella. Recuerda que no te está pidiendo que te sometas a este procedimiento por molestarte y que finalmente, la última palabra la tienes tú
- Si a pesar de estar informado no deseas hacerte esta cirugía, entonces deberás aceptar las condiciones que proponga tu esposa al momento de tener relaciones sexuales, sobre todo aquellas relacionadas con la anticoncepción
- Mujeres: eviten forzar a sus maridos a tomar esta decisión y mejor intenten educarlos. Desafortunadamente, nosotros padecemos de una terrible inseguridad, y muchas veces necesitamos que ustedes nos den certeza y reafirmen nuestra virilidad. Somos muy diferentes a las mujeres, pero cuando estamos enamorados somos capaces de cualquier cosa para cuidarlas y protegerlas
- De ser necesario, vayan a terapia de pareja. Esta práctica podrá ayudarlos a identificar el problema real que se esconde tras la negativa a la vasectomía y así sabrán la mejor manera de enfrentarlo
¿Y después?
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Física y psicológicamente todo sigue igual. Este procedimiento no afecta nuestro desempeño sexual ya que nuestro organismo sigue generando la misma cantidad de hormonas que antes, de tal manera que mantenemos nuestro apetito sexual, podemos tener erecciones y seguimos eyaculando. Sólo tendremos restringida nuestra función reproductiva. Y tal vez se vuelva más placentera nuestra vida sexual, ya que no habrá ningún riesgo de llevarse “sorpresas”.