Pero existe un factor muy poco conocido en la cuestión del desarrollo motor de un niño, y es que la lactancia beneficia enormemente al habla del bebé. Esto es porque la succión es uno de los requisitos útiles para el progreso del habla.
Cuando el bebé succiona el seno materno, realiza entre 2000 y 3,500 movimientos musculares, los cuales lo estimulan a nivel motor y nivel sensorial.
El acto de la succión les brinda una ventaja a los niños y niñas que son amamantados, ya que propicia un desarrollo del habla más temprano, así lo explicó la doctora Lorena Domínguez en el panel Nestlé, #UnidosxlaLactancia.
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Lorena, especialista en Neuropsicología y Educación, agregó que para el habla necesitan estimularse las estructuras premonitorias, las cuales son: el grito, el llanto, la succión, la deglución y la masticación. Todas las anteriores se estimulan con ayuda de la succión en la lactancia materna desde el seno.
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Por si fuera poco, la succión del bebé favorece:
- El desarrollo oral para el funcionamiento y la posición de la lengua y el crecimiento mandibular.
- Fortalece y desarrolla los músculos craniofaciales
- Ayuda a tener un equilibrio dental
A los factores anteriores, se le agregan los nutrientes y componentes de la leche materna y estimulación que se le brinde al niño o niña, dando como resultado que haya un mejor desarrollo a nivel intelectual que, al final, impacta principalmente al área verbal.
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Aquellos niños que son amamantados suelen presentar un desarrollo más temprano del lenguaje y en el área ejecutiva mejoran habilidades como visual-espaciales y de planeación.