El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) tiene como función cuidar a niñas, niños y adolescentes cuando sus derechos están siendo vulnerados. Por ley, puede intervenir si hay señales claras de que un menor no está seguro en su hogar.
Estos son los principales casos en los que el DIF podría quitarte a tu hijo:
- Maltrato físico o emocional. Si el niño o niña sufre golpes, gritos constantes, amenazas o humillaciones, el DIF puede investigar e incluso solicitar que sea retirado temporalmente mientras se aclara la situación.
- Abuso sexual o negligencia grave. Si alguien dentro del entorno familiar abusa del menor o si tú (sin intención o por circunstancias difíciles) no puedes cubrir sus necesidades básicas como alimentación, salud o higiene, el DIF interviene.
- Explotación o trabajo infantil. Si tu hijo está trabajando, pidiendo dinero en la calle o en condiciones que afectan su desarrollo físico o emocional, también se considera una violación grave a sus derechos.
- Riesgo inminente para su vida. Si hay situaciones de violencia extrema, adicciones dentro del hogar o cualquier peligro que amenace directamente su vida.
¿Te lo pueden quitar sin avisarte?
Generalmente, no. El DIF debe hacer una evaluación previa con psicólogos, trabajadores sociales y otras autoridades. Solo si el riesgo es inminente y comprobable, pueden llevarse a tu hijo de forma preventiva, pero siempre se requiere intervención de un juez que avale la medida.
¿Qué hacer si esto te pasa?
Tienes derecho a defenderte, pedir asesoría legal y explicar tu situación. Hay organizaciones que ofrecen ayuda gratuita, y lo más importante es que busques apoyo antes de que la situación se complique.

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