- Limitar los tiempos de amamantar o hacerlo con poca frecuencia
- Dar biberones complementarios (con agua, fórmula, jugo, etc.)
- Succión débil
- Cansancio o estrés
El tratamiento consiste en alimentar al bebé con frecuencia, pues al vaciarse los senos, se alivia el dolor; también se puede hacer de forma manual o con un tiraleche. Además, puede resultar útil:
- Relajarse
- Aplicar compresas calientes justo antes de amamantar
- Tomar un baño y dejar que el agua caiga sobre el pecho
- Usar compresas frías tras la tetada
- Masajear de forma breve y suave (hacerlo de forma prolongada podría agravar la hinchazón y producir aplanamiento de pezones)
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Usualmente este problema desaparece en un par de días y lo ideal es no suspender la lactancia. Si persiste, consulta a tu médico.
En el destete
Si te ocurre en este periodo, trata de que la suspensión de lactancia no sea de forma rápida o abrupta. Lo mejor es que le des varias tomas durante el día. Es probable que en algún momento sientas llenos los pechos, así extráete la leche hasta que estés cómoda.

