Y para febrero 2024 la BBC informaba que Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe, ambos de 16 años, fueron condenados a 20 años de prisión por el asesinato de la tiktoker Brianna Ghey.
Según todos los informes, Scarlett Jenkinson fue quien, al parecer, por la obsesión y trastornos mentales, planeó apuñalar 28 veces a su víctima en un parque de Warrington, en las cercanías de Manchester. Lo anterior sucedió el 11 de febrero del 2023.
La juez encargada de la sentencia declaró, según El Mundo, que la hostilidad hacia Brianna por su identidad transgénero fue lo que llevó a los adolescentes a cometer el crimen.
El caso del asesinato de Brianna Ghey tiktoker trasgénero
Scarlett Jenkinson fue quien planeó todo e incluso, a su edad, reconoció que lo que sentía era un fuerte deseo de matar.
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Incluso, los mismos medios de comunicación mencionaban que Jenkinson llegó a admitir que intentó envenenar a Brianna semanas antes del apuñalamiento con pastillas de ibuprofeno, haciéndole creer que eran drogas.
El reporte de un corresponsal en Londres para El Mundo explicaba que Jenkinson y Ratcliffe se conocían desde los 11 años y mantuvieron una extraña amistad alimentada por los deseos de la chica de elaborar una lista de niños y niñas a los que quería matar.
Incluso, se explica que cuando tenían 15 años se plantearon un objetivo y hasta un código (la palabra «gay») para activar el plan que consumaron en el parque lineal Culcheth, a plena luz del día.
Además, los asesinos compartían mensajes suficientemente «transfóbicos» y»deshumanizadores» que salieron a la luz durante el juicio. Incluso, esos mensajes fueron localizados al día siguiente del asesinato.
La adolescencia no siempre es fácil
Si bien la adolescencia no es sencilla para todos los jóvenes, los discursos de odio vienen de los círculos sociales cercanos e incluso la comunidad.
Por eso, nos gusta recordar esta gran cita de Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz en 1993.
Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. La gente aprende a odiar. Y si se puede aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar. El amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario
Según la Organización Mundial de la Salud entre el 0,3% y el 0,5% de la población mundial son personas Trans. En México hay entre 360 mil y 600 mil personas trans, según la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020.
En nuestro país el 9% de la población mayor a 18 años se identificó como LBT (Lésbica, bisexual y trans). La Encuesta sobre Discriminación por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), reportó que 6 de cada 10 personas LGBTI sufrieron algún tipo de discriminación durante el año pasado.
Así que, lo más valioso es enseñar a los niños a ser empáticos y respetar a los demás, sin importar su orientación sexual, clase social o color de piel.
El niño empático se puede dividir en: físicos y emocionales. Los físicos son aquellos que sienten la energía, los síntomas y el dolor de otras personas como propios; sin embargo los emocionales, «son esponjas emocionales que tienden a absorber el estrés del mundo, el estrés de sus padres y el estrés de los amigos», dice Judith Orloff, MD, psiquiatra y autora de The Empath’s Survival Guide: Life Strategies for Sensitive People.