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A días de celebrar su primer año como mamá, Mariana Rodríguez habla de cómo fueron aquellos años en los que tuvo problemas para embarazarse e incluso, cuando perdió a su primer bebé.Durante una entrevista con el Dr. Manuel García, quien es Ginecología-Obstetricia/Medicina Reproductiva, contó a detalle cómo fue la primera vez que se embarazó, algunos temas de salud y lo complicado y solitario que es cuando vives una pérdida.
Mariana Rodríguez cuenta lo difícil que fue embarazarse
Cuando Mariana Rodríguez recién se había casado con el Gobernador de Nuevo León, en plena pandemia, se embarazaron a los meses, todo comenzó a complicarse de una forma muy extraña.
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Y es que, die que de lo que más aprendió, fue que ella no sabía la famosa regla de los 3 meses que deben pasar de gestación antes de anunciar un embarazo. Y ella, al poco tiempo, compartió al mundo que estaba esperando a su primer bebé.
«Para mi fue muy difícil porque aunque escuchas que muchas personas pierden bebés, no piensas que te va a pasar. Vives mucha desesperación»
De hecho, dice que fue tan solitario, que cuando compartió su dolor con la familia, se enteró que era algo muy común en las mujeres que la rodean. Por ejemplo, su abuela perdió 4 bebés, su mamá perdió dos bebés. En general es algo «común» en su casa pero que dice que lo supo hasta que ella estaba pasando por una pérdida.
Mariana cuenta, en la entrevista, que ella tenía la prueba de embarazo positiva, así en la mano, pero ella tenía sangrados, muy raros y abundantes, en el fondo creía que algo estaba mal y aunque había hecho visita a varios especialistas, no daban con lo que era el problema.
«Yo tenía 5 semanas cuando me hicieron el ultrasonido y seguía con sangrado….En mi desesperación, empecé a ir con muchos doctores…vi dos o tres al día. No le decía a Samuel que iba al doctor, le decía que iba al súper o algo»
De hecho, para ese momento ella sentía que todo era culpa suya, porque el doctor le dio tres opciones, tomar una pastilla para el aborto o un legrado, entonces ella eligió la pastilla pero pensaba que había hecho algo mal:
«Yo sentía que era mi culpa, que no había preguntado algo. A veces sentimos que las mujeres embarazadas somos como discapacitadas porque tienes el miedo de que algo pase».
Una pérdida se vive sola
En la misma entrevista, Mariana Rodríguez explica a detalle, con el doctor, que se tuvo que someter a muchos estudios, porque después de muchas consultas, encontraron que el problema venía del gen 4G/4G.
El alelo 4G es un factor de riesgo para la trombosis arterial y venosa, así como para las complicaciones en el embarazo, particularmente por la presencia de otras mutaciones asociadas con la trombofilia.
Y es que, cuando supo eso, le hizo sentido que tuviera sangrado. Pero lo más desesperante fue que ella, a las 8-9 semanas de embarazo, nunca pudo ver un ultrasonido con el bebé, pero todos los estudios decían que estaba embarazada.
«Nunca vi un corazón, nunca vi un saco, pero sabía que estaba embarazada. Lo vivía muy sola, no le quería contar a Samuel que tenía que recolectar las muestras de lo que desechaba. Salían como pedazos grandes, como pelotas»
Incluso, Mariana explica que «ese proceso lo viví sola, muy sola. Te aíslas porque no quieres platicarlo»
Seguir intentando
Durante toda la entrevista con el doctor que atendió el parto de su hija Mariel, también explicó que pasó varios años intentando embarazarse hasta que se tuvo que someter a un tratamiento para poder embarazarse.
Incluso, explicó que los doctores le decían que tenía que esperar un año en el cual no logras embarazarte, para poder decir que ya puedes aplicar a un tratamiento. Incluso, ella tuvo dos tratamientos fallidos.
Ya embarazada, a los 27 años, tenía que seguir rigurosamente un tratamiento, entonces platica que también era una etapa muy sola, pero que ella comenzaba a preguntar entre sus conocidas o amigas y hasta en la familia y fue cuando se dio cuenta que la infertilidad y la pérdida de un bebé, es más común de lo que parece, pero nadie siente la confianza para hablar de ello, porque principalmente vive culpa y tristeza.
Con el tratamiento, me empiezo a dar cuenta que nadie lo platica pero sí lo vive. Ya embarazada de Mariel, sentí miedo hasta de ir al baño, cualquier desecho que tienes es preocupante