Crédito: PABLO LORENZANA/AFP via Getty
Esta historia parece sacada de una película de terror, pero pasó en la vida real. Tres niños encerrados desde la pandemia… y nadie lo notó.En Houston, Texas, tres niños (unos gemelos de 8 y uno de 10) fueron encontrados viviendo en condiciones terribles dentro de su casa el pasado 28 de abril. Lo más impactante: llevaban encerrados desde que empezó la pandemia en 2020. Sí, ¡cuatro años sin salir, sin ir a la escuela, sin ver a nadie más!
La casa estaba en condiciones muy tristes, llena de basura, con olores insoportables y sin comida suficiente. Nadie sabía que ahí vivían niños. Fue hasta que un hombre fue a hacer una visita por un tema de custodia que se dio cuenta de lo que estaba pasando. Después avisó a la policía.
¿Y la familia de los niños encerrados desde la pandemia?
Los padres de los niños, identificados como un alemán de 53 años y su esposa estadounidense de 48, quien también tenía pasaporte alemán, fueron arrestados y acusados de violencia doméstica con maltrato psicológico habitual y abandono infantil.
“Los niños estaban en un estado lamentable. Fue absolutamente indignante”, declaró un agente a El Mundo. “No estaban desnutridos, porque sí les daban de comer. Pero estaban sucios… y completamente desconectados de la realidad. No solo porque no iban a la escuela, sino porque no tenían ningún contacto con el mundo exterior. Cuando los sacamos al jardín —ni siquiera querían salir— vieron un caracol y se alteraron muchísimo, se asustaron como si fuera algo desconocido para ellos”.
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¿Por qué nadie se dio cuenta?
Esa es la gran pregunta. La pandemia cambió la rutina de muchas familias, y también hizo que muchos niños dejaran de ir a la escuela o de tener contacto con otras personas. En este caso, el aislamiento fue tan extremo que nadie los vio, nadie preguntó… y el abuso siguió en silencio por años.
Este caso duele, pero también nos hace pensar en lo importante que es estar pendientes no solo de nuestros hijos, sino de los niños que nos rodean. A veces una llamada, una pregunta o una sospecha puede hacer toda la diferencia.