Mito 1: Es casi imposible quedar embarazada después de los 35
Realidad: Aunque la fertilidad disminuye con la edad, muchas mujeres lo logran de manera natural después de los 35. Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), la probabilidad de embarazo por ciclo para una mujer de 35 años es del 15-20%, disminuyendo así gradualmente con los años. Sin embargo, existen tratamientos de fertilidad efectivos, como la inseminación artificial o la fecundación in vitro (FIV), que pueden ayudar si hay dificultades para concebir.
Mito 2: Todos los embarazos después de los 35 son de alto riesgo
Realidad: Si bien algunos riesgos aumentan con la edad, como la preeclampsia, diabetes gestacional y parto prematuro, la mayoría de los embarazos en mujeres mayores de 35 años son saludables. Un buen control prenatal, una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable pueden reducir significativamente estos riesgos. La clave es un seguimiento médico adecuado desde el inicio del embarazo.
Mito 3: Los bebés de madres mayores siempre tienen anomalías genéticas
Realidad: La probabilidad de anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down, aumenta con la edad materna, pero no significa que sea inevitable. Existen pruebas prenatales avanzadas, como el test de ADN fetal en sangre materna, que permiten detectar estas condiciones con gran precisión. Además, muchas mujeres mayores de 35 tienen bebés completamente sanos.
Mito 4: Las mujeres mayores no pueden tener un parto natural
Realidad: La edad por sí sola no es un impedimento para un parto vaginal. Lo que influye más es la salud general de la madre y el desarrollo del embarazo. Muchas mujeres mayores de 35 tienen partos naturales sin complicaciones, especialmente si llevan un embarazo bien controlado y activo.

Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.


Consejos para un embarazo sano después de los 35
- Consulta a un especialista: Un chequeo preconcepcional puede ayudar a identificar cualquier condición de salud que deba ser atendida antes del embarazo.
- Mantén una alimentación balanceada: Prioriza alimentos ricos en ácido fólico, hierro, calcio y proteínas.
- Haz ejercicio: Mantenerse activa mejora la circulación y ayuda a reducir el estrés.
- Evita el tabaco y el alcohol: Estas sustancias pueden afectar la fertilidad y aumentar los riesgos en el embarazo.
- Controla el estrés: La meditación, el yoga y otras técnicas de relajación pueden ser beneficiosas para la salud reproductiva.
Ser madre después de los 35 es completamente posible y muchas mujeres lo logran con éxito. Si bien hay factores a considerar, la ciencia ha demostrado que con los cuidados adecuados y un buen seguimiento médico, es posible tener un embarazo y un bebé saludable. La clave está en la información y la planificación.
Fuentes:
- Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM)
- Organización Mundial de la Salud (OMS)
- American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG)