El 80% tienen a sus bebés entre las 37 y 42 semanas de gestación, lo cual se considera a término. El 10% de los nacimientos ocurren después de esta semana y son considerados embarazos postérmino o prolongados.
Hablemos de bebés posmaduros
Al igual que los bebés prematuros, los posmaduros pueden presentar ciertas complicaciones, por lo que es muy probable que el médico recomiende la inducción del parto.
Permitir que el embarazo supere las 42 semanas puede aumentar el riesgo de sufrimiento fetal o incluso la muerte inexplicable del bebé si la placenta deja de funcionar adecuadamente. También se corre el riesgo de que se produzca un parto difícil y obstruido, pues el bebé tendrá un tamaño muy grande y será complicado su paso por el canal de parto, por lo que aumentará la probabilidad de una cesárea.
En algunos casos, lo que se recomienda es realizar una valoración posmadurez, porque con eso se detectará cualquier anomalía y el médico analizará la necesidad de inducir el parto.
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Con esta prueba se examinará el tamaño exacto del bebé y la cantidad de líquido amniótico en el saco uterino. Los resultados podrían sugerir realizar también un perfil biofísico del bebé para observar atentamente los movimientos de sus miembros, el tono muscular, los movimientos respiratorios y el ritmo cardiaco, para así valorar su bienestar general.
Sabías que…
- Los bebés posmaduros suelen tener una piel agrietada y descamada porque han permanecido sin la capa protectora de vérnix durante más tiempo
- Algunos bebés postérmino tienen rasguños en la cara que se producen con sus largas uñas
- Después de la semana 42 un bebé recibirá mejores cuidados en el exterior, pues los nutrientes de la placenta están casi agotados y ya no son tan efectivos