Estas glándulas sebáceas están alrededor del pezón y cumplen una función importante. Producen una sustancia oleosa que protege, lubrica y desinfecta la piel de la areola. También ayudan a que el recién nacido reconozca el pecho por el olor. Sí, el cuerpo es sabio.
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¿Por qué aparecen más durante el embarazo?
Durante el embarazo y la lactancia, las glándulas de Montgomery se hacen más visibles. Esto se debe a los cambios hormonales, especialmente al aumento de progesterona y estrógenos.
Es un proceso natural: tu cuerpo se está preparando para alimentar a tu bebé. Por eso, estas glándulas se activan para mantener la piel del pezón en buenas condiciones y evitar infecciones.
¿Debes hacer algo si las notas?
En la mayoría de los casos, no tienes que hacer nada. No las aprietes, no intentes reventarlas y mucho menos las limpies con productos agresivos. Eso podría irritar la piel o causar una infección.

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Lo mejor que puedes hacer es mantener una buena higiene con agua tibia y, si lo necesitas, usar un jabón neutro.
Cuándo debes ir al doctor
- Dolor o enrojecimiento persistente
- Secreción con mal olor
- Inflamación que no baja con el tiempo
¿Las glándulas de Montgomery desaparecen?
Sí, suelen reducir su tamaño cuando termina la lactancia o después del embarazo. Sin embargo, en algunas mujeres pueden seguir siendo visibles sin que eso signifique un problema de salud. Cada cuerpo es diferente. Lo importante es aprender a reconocer lo que es normal para ti.
Mitos comunes que debes ignorar
Hay muchas ideas equivocadas sobre estas glándulas. Algunas personas piensan que son señales de embarazo antes de hacerte una prueba. Aunque pueden ser un síntoma temprano, no son un indicador definitivo. También se cree que si tienes muchas, vas a producir más leche. Esto no está comprobado científicamente.
Fuentes:
Asociación Española de Pediatría, La Leche League International, Mayo Clinic