Desde los juegos más simples cuando está en la cuna, hasta las actividades familiares cuando ya son más grandecitos, pasar tiempo con tu hijo es básico para su formación y lo ayudará a establecer contacto con los objetos y personas que le rodean, por eso te damos 6 razones poderosas por las que no querrás dejar de hacerlo.
1. Fomenta su autoestima y la relación interfamiliar
Al jugar, padres e hijos interactúan, crean vínculos y ganan autoestima.
2. Le da seguridad
Jugar con él lo llevará a vivir situaciones positivas de apego y experimentará una sensación de tranquilidad.
3. Potencia sus habilidades sociales y emocionales
El primer grupo social en el que tu hijo se desenvolverá y desarrollará una imagen de sí mismo es la familia, por eso, las interacciones que se dan entre sus miembros y el niño, potencian las relaciones sociales y lo preparan para sus futuros contactos.
4. Aumenta su control emocional
Con el juego, el niño aprende a influir en los otros, a controlar sus emociones y a reconocer las señales afectivas y emociones ajenas.
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5. Impulsa su creatividad y éxito escolar
Jugando, tu hijo aprenderá a relacionarse de forma creativa y estimulará su imaginación. Los niños que desarrollan su imaginación al máximo son menos agresivos, más tolerantes y tienen mayor éxito escolar.
6. Potencia su atención y felicidad
Pasar tiempo con tu niño aumentará su capacidad de concentración. Los padres que le invierten tiempo a pasar jugando con sus hijos tienen más probabilidades de criar niños felices. Mientras pasas tiempo con tu hijo, dile que sí es capaz de lograr todo lo que se proponga, un niño seguro se desenvolverá con mayor facilidad en el mundo real. Cuando juegues con él, dile que sí es creativo, potencia sus habilidades y promueve que su imaginación no tenga límites. Dile que sí puede ser feliz, tu tiempo y amor serán factores clave para que crezca siendo un niño pleno.