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Juegos para desarrollar su coeficiente por edad

Estimularlo desde edades tempranas, marcará varios aspectos de su vida adulta. Por eso te enseñamos juegos para desarrollar su coeficiente por edades.

Como hemos visto, el proceso de aprendizaje depende de varios factores, entre ellos, de brindarle al niño las oportunidades para que por medio de las experiencias directas que pueda manipular, explorar, preguntar, reconstruir, o hablar. Por eso las primeras estimulaciones, los juguetes y juegos, pueden llegar a acelerar o retardar (si hay carencia de ellos) el ritmo de desarrollo cognoscitivo. Para ayudarte a estimularlo correctamente, te platico de los juegos para desarrollar su coeficiente.

7 juegos para desarrollar su coeficiente

Pensar encierra actividades mentales ordenadas y desordenadas, al mismo tiempo que describe lugares, juicio, elección, resolución de problemas, creatividad, fantasía y sueños. Todo esto lo podemos consolidar a través de juegos. Por lo tanto, expondremos juegos que nos ayuden a desarrollar esta área, por edades:

1 año de edad – Canicas en un tubo

Consigue un tubo transparente de aproximadamente una pulgada de diámetro y 1 m de largo. Pon unas canicas dentro del tubo y tapona los extremos con corchos con pegante.

Los niños podrán ver cómo las canicas irán hacia el lado que ellos inclinen el tubo, o qué se quedará en la mitad si el tubo está totalmente horizontal.
Esta actividad estimula el desarrollo de la noción de causa-efecto que nos acompañará durante toda la vida. Clave en nuestra lista de juegos para desarrollar su coeficiente.

2 años – Adivina cuál

Siéntate en el piso con el niño. Consigue tres recipientes. Pon un pequeño juguete debajo de uno de los recipientes, asegúrate que el niño lo vea. Mueve lentamente los recipientes cambiándolos de sitio, asegurándote de que el niño mantenga la mirada en ellos.

Pregúntale ahora debajo de qué caja se encuentra el juguete. Deja que el niño levante la que él crea. Si ves que el niño no ha entendido, levanta el recipiente correcto y muéstrale el juguete, dejándole ver que los otros no contienen ningún juguete.



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Muéstrale la respuesta hasta que él entienda y pueda hacerlo sin ayuda. Esta actividad estimula la resolución de problemas, lo que le servirá para que en su vida adulta, no se le cierre el mundo cuando se le presente una dificultad.

3 años – La rueda de San Miguel

Esta actividad estimula el estar alertas, seguir instrucciones y ayuda al sistema vestibular al estar dando vueltas.

Piedras de colores

Coloca cuatro recipientes de distintos colores. Recoge 24 piedras y píntalas de los mismos colores que los cuatro recipientes (6 piedras por color). Una vez que estén secas, escóndelas en el arenero o una cubeta llena de arena e invítalo a que encuentre las piedras y las vaya colocando en el recipiente correspondiente de acuerdo con el color de la piedra.

Esta actividad estimula la discriminación y asociación de colores. Perfecta cuando tenga que aprender de conjuntos, incluso cuando está aprendiendo los colores en otro idioma.

4 años – Adivina quién es

La mímica sustituye al lenguaje hablado y por lo tanto las palabras deben ser representadas.

Con niños pequeños puedes hacerlo individualmente, invitándolo a que te cuente alguna actividad de su vida cotidiana, mientras el adulto intenta adivinar de qué se trata. Lo pueden hacer con animales o con lo que se les ocurra. Es uno de los juegos para desarrollar su coeficiente más divertido.

5 años – Mira- mira

Utiliza objetos que estén presentes en la sala para realizar adivinanzas, como por ejemplo: Mira- mira, hay una cosa de color negro, que tiene patas, no tiene brazos y que tú usas para sentarte. ¿Qué será? (la silla). En caso de que acierte puedes pasar a otro objeto, de lo contrario seguirás dando pistas hasta que el niño logre adivinar el objeto.
Esta actividad estimula la capacidad de deducción y escucha del niño.

6 años – A la cuenta de…

A los niños más grandes les encanta este juego porque pone a prueba su habilidad y rapidez.

Forma un círculo con ellos y elijan varias acciones; por ejemplo, estar de pie, sacar la lengua, saludar a alguien, sentarse. Ve asignando a cada una de ellas un número y pídeles que traten de grabar cada una de las actividades con su correspondiente número. Cuando todos lo hayan repetido, comienza a decir los números en desorden para que cada jugador ejecute la orden que corresponde. El jugador que se equivoque sale del juego, hasta que quede uno que será el ganador.
Esta actividad estimula la atención y concentración.

Igualmente, es importante estimular, mediante los juegos para desarrollar su coeficiente, la curiosidad, que es un impulso y al mismo tiempo un indicador del nivel de la mente en formación, lo que confiere un papel importante en el desarrollo del pensamiento y en la formación de las habilidades cognoscitivas.

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