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5 cosas que NO debes hacer frente a tus hijos
1. Hablar mal de ti misma
Tal vez lo haces sin pensar: “Estoy gorda”, “soy un desastre”, “no sirvo para nada”. Pero tus hijos, especialmente cuando son pequeños, no distinguen entre tu autocrítica y la forma en que deben percibirse a sí mismos.
Según la psicóloga clínica Dr. Lisa Firestone, los niños aprenden sobre autoestima observando cómo sus padres se tratan a sí mismos. Si tú te juzgas constantemente, ellos aprenden a hacer lo mismo. Y no solo eso: pueden crecer creyendo que está bien hablarse con dureza.
Entonces, ¿qué hacer? Reemplaza la autocrítica verbal por comentarios más amables.

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2. Discutir con tu pareja delante de ellos
Es normal que haya desacuerdos. Lo que no es sano es exponer a los niños a peleas constantes, gritos o desprecios entre adultos. El Child Mind Institute dice que esto puede generar ansiedad, problemas de conducta y dificultad para concentrarse. Los niños no tienen las herramientas emocionales para procesar conflictos adultos, y a veces se sienten culpables por lo que está pasando. Intenta postergar la discusión o sal del espacio si puedes. Si ya hubo una pelea, es importante explicarles que no es culpa suya y que los adultos se están haciendo cargo.
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3. Usar el sarcasmo como forma de corrección
Frases como “¡Qué linda te ves con ese cochinero en tu cuarto!” pueden parecer inofensivas. Pero para los niños pequeños, el sarcasmo es confuso. No entienden el doble sentido y pueden sentirse avergonzados o ridiculizados. La psicóloga Margarita Tarragona, especialista en psicología positiva, asegura que el sarcasmo daña la confianza y la conexión emocional entre padres e hijos. Lo ideal es hablar claro y con respeto.
4. Reírte de sus emociones
Cuando tu hijo llora porque se le cayó un helado o porque se enojó en el parque, y tú te burlas o le dices “ay, no exageres”, lo que en realidad aprende es que sus emociones no son válidas.
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5. Estar pegada al celular cuando estás con ellos
Estar presente físicamente no siempre significa estar disponible emocionalmente. Si tu atención está constantemente en el celular, tus hijos lo notan. Y sienten que no son prioridad.
Un estudio publicado en Developmental Science descubrió que la distracción digital de los padres puede afectar el vínculo y provocar conductas disruptivas en los niños. No se trata de estar 100% desconectada, pero sí de establecer momentos de calidad sin pantallas.