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Infecciones vaginales

Descubre ¿qué hacer si sospechas de una infección vaginal?

Las infecciones vaginales o vaginitis son un conjunto de enfermedades infecciosas e inflamatorias que afectan la mucosa vaginal y el cuello del útero. Varían con la edad debido a los cambios hormonales y a la actividad sexual, además de que son frecuentes y recurrentes.

La flora bacteriana protectora de la vagina contiene muchos microorganismos, particularmente lacto bacilos o bacilos de Dôderlein que desempeñan un papel crucial para mantener la acidez característica de la vagina. Dentro de la flora vaginal normal también está presente un hongo llamado Candida Albicans, que vive en simbiosis junto con otros microorganismos. Bajo ciertas condiciones o factores, estos microorganismos proliferan, con lo cual se desencadena una infección vaginal.

¿Cuáles son los síntomas?

Los tres síntomas por los que se debe sospechar de una infección vaginal son:

1. Flujo
2. Comezón
3. Mal olor

El síntoma más importante en las vaginitis es un flujo o descarga que se llama leucorrea. Suele presentarse también irritación vulvar o prurito (comezón), que son más notorios al orinar, así como mal olor o fetidez.



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¿Qué factores las desencadenan?

  • Uso de jabones con color y perfume
  • Uso de ropa muy ajustada
  • Uso de ropa interior de materiales sintéticos que propician la humedad
  • Limpieza inadecuada de los genitales: de atrás hacia delante, arrastrando bacterias desde el ano hacia la vagina
  • Sensibilidad a espermicidas, lubricantes vaginales o látex del preservativo
  • Suavizantes o detergentes utilizados para el lavado de la ropa interior
  • Duchas vaginales, desodorantes y uso de sustancias que “barren” la flora bacteriana
  • Embarazo y puerperio (cuarentena)
  • Menstruación
  • Otros como descontrol de la glicemia en mujeres con diabetes, inmunosupresiòn y radiación


Infecciones vaginales durante el embarazo

Durante el embarazo es frecuente la manifestación de candidiasis vaginal, debido a que los niveles hormonales se modifican, lo que cambia las características de acidez de las secreciones vaginales y permite que se desarrollen más colonias de Candida. Se produce un flujo blanquecino amarillento, en ocasiones con grumos. Los síntomas de esta infección son prurito (comezón) y ardor vaginal.

Las infecciones vaginales por bacterias se presentan con mayor frecuencia en el embarazo debido a la inmunodepresión (baja de defensas del organismo) que experimenta la mujer embarazada.

Es importante que consultes a tu ginecólogo desde que se presentan por primera vez los síntomas durante el embarazo y no se recomienda esperar a que la enfermedad se controle de forma natural (mucho menos la automedicación), ya que algunos de los productos del mercado pueden ser nocivos para la salud y bienestar del bebé.

Vaginitis en las niñas

Con cierta frecuencia se observa cervicovaginitis en las niñas, la cual se debe en parte a una mala higiene y a la propia inmadurez anatómica. Antes de la pubertad, las niñas tienen los labios menores pequeños, la mucosa vaginal delgada y poca secreción vaginal, además de que su pH es alcalino, factores que favorecen la colonización por bacterias. Todos estos factores cambian un año antes de que aparezca la menstruación por el efecto de los estrógenos.

En este caso es necesaria la exploración con permiso de la mamá y de la niña. Se deberá tomar una muestra para exudado vulvar y dar tratamiento acorde con el microorganismo existente. Las medidas de higiene son una parte fundamental en el tratamiento.

¿Qué hago si sospecho de una infección vaginal?

Debes acudir al ginecólogo, quien te preguntará cómo es el flujo, si tienes comezón y sobre el olor, desde cuando apareció la secreción, en qué momento de tu ciclo ocurre, si es recurrente, si se han dado tratamientos previos y cuál ha sido la respuesta a los mismos, si hay lesiones aparentes, y si tu pareja presenta los síntomas.

Mediante la exploración física tu médico identificará, por lo general, una mucosa eritematosa (roja) congestionada, flujo que puede ser de diferentes tonos (blanco, amarillo, verdoso, gris) y un olor característico.

Puede ocurrir que te tomen una muestra denominada exudado vaginal con antibiograma y complementar con el papanicolaou. De esta manera se detecta el agente que causa la infección, como por ejemplo bacteriano (tricomonas, gardnerella), micótico (cándida albicans) o viral (virus de papiloma humano). Dependiendo del agente causal se determinará el tratamiento más adecuado para ti y para tu pareja.


¿Cómo se pueden prevenir las infecciones vaginales?

Toma nota de las medidas de higiene que ayudan a disminuir la incidencia de las infecciones vaginales:

  • Usa ropa interior 100% de algodón
  • Usa jabón neutro
  • Procura un aseo adecuado de los genitales: de adelante hacia atrás para evitar el arrastre de bacterias desde el ano hasta la vagina
  • Evita el uso de duchas y sustancias que “barren” la flora normal
  • Lava la ropa interior con jabón suave
  • Acude regularmente al ginecólogo
  • Evita la automedicación

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