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Mamás de tiempo completo, mujeres que cuidan a sus hijos, esposos y padres (ancianos o enfermos) viven en la desigualdad frente a las oportunidades académicas y de acceso a un trabajo bien remunerado.Así, darle tiempo de calidad a los hijos y atender al resto de la familia cuando enferma, aunado a todo el ejercicio del trabajo doméstico se convierte en uno de los temas más importantes para comprender la desigualdad entre hombres y mujeres.
La desigualdad comienza en casa, con mamás de tiempo completo
A las niñas, desde edades muy tempranas se les enseña a servir, cocinar, limpiar y atener a otros, desde allí comienza la violencia y la desigualdad hacia las mujeres.
Mercedes D’Alessandro, ex directora de Economía, Igualdad y Género en Argentina, durante el Foro Decididas cuenta que:
“A ellas, sin importar su edad, se les quita el derecho a decidir a qué dedican su tiempo, por el contrario, las mujeres desde edades muy tempranas son metidas en la cocina y a otros quehaceres domésticos para atender a los varones”
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
“De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para reducir la desigualdad de género en México y el resto de América Latina, se tiene que reducir primero la desigualdad económica. Así, las mamás de tiempo completo o las mujeres en sí dedican entre 38 a 55 horas a la semana en cuidar a la familia y, en consecuencia, no les queda tiempo para educarse, capacitarse o trabajar fuera de casa y cuando lo hacen es en trabajos informales”
Aunado a ello, cuando el padre abandona a la familia se ejerce más violencia contra la mujer y los críos. “De cada 10 demandas de pensión alimenticia en México, únicamente prosperan 2.
La violencia está pero no se ve
América Latina es una de las zonas del mundo con más violencia. Por ejemplo, cada año mueren más de seis mil latinoamericanas por feminicidios. El machismo aún prevalece en las sociedades y las mujeres se ven más afectadas por los roles de género que hay:
Si la mujer se queda en el hogar como ama de casa, no puede acceder a un trabajo bien remunerado, con prestaciones, pensiones y otros apoyos. Está en riesgo de que el hombre se vaya y la deje aún más en la miseria.
Si la mujer accede a un trabajo fuera de casa y bien remunerado, se convierte en una tomadora de desiciones económicas para su familia. Y el hombre macho, acostumbrado a llevar la batuta, se siente desplazado y ejercerá nuevamente violencia contra la mujer y su familia porque pierde el control económico.
La economista Susana Ruiz, responsable de Justifica Fiscal para OXFAM Internacional, indica que:
“Cuando un hombre violenta a su pareja, también lo hace para con sus hijos, porque una mujer golpeada en lo físico, económico o psicológico no podrá dar lo mejor de sí para sus hijos”
Y es que, “en el mundo más del 50% de sus habitantes son mujeres, pero ellas no tienen un desarrollo económico digno porque las economías de América Latina no les ha permitido adaptarse al mercado laboral formal sino al informal, todo esto deja a la mujer doblemente vulnerada”.
Incluso, en México y el resto de América Latina se ha incrementado el número de hogares encabezados sólo por la mujer, entre las razones más importantes están:
- Abandono de la pareja
- Divorcio y tener una ex pareja que sea deudor alimentario
- Viudez
- Alcoholismo o drogadicción de la pareja. 90% de las personas con problemas de adicción son varones
- Hombres que sólo trabajan, no se involucran con sus hijos, y son mal proveedores
- Mujeres que deciden formar una familia sin tener a un hombre cerca
- Procesos de fertilización in vitro para mujeres autónomas
Algunas estrategias sociales para la equidad
La mujer tiene que acceder a las mismas oportunidades académicas que los varones. Ellas también pueden estudiar economía, política y diplomacia.
Hay que dejar a un lado los conceptos machistas que prevalecen en América Latina y es necesario brindar a los hombres las herramientas para que también cuiden de otros, el trabajo doméstico tiene que ser compartido. Por eso, la economista D’Alessandro explica:
“El papel de las guarderías son esenciales para las mujeres, porque les permite tener tiempo para ellas mismas, para estudiar, prepararse y trabajar en empresas no en las calles. También es importante crear leyes que protejan la economía de la mujer y sus hijos, cuando el hombre se va y no pasa la pensión alimenticia, se afecta toda la estructura de la familia. En fin que existen muchas alternativas que deberán ser viables y no sólo puestas en papel”