fbpx

,

¿Qué tipo de mamá eres cuando estás al límite?

/

Cuando se te acaba la paciencia, ¿te vuelves mamá volcán, sargento o fantasma? Descubre qué tipo de mamá cuando estás al límite.

tipo de mamá eres cuando estás al limite
Nadie llega a la maternidad con la paciencia ilimitada, ojalá así fuera. Y aunque ames con locura a tus hijos, hay días en los que estás tan agotada que reaccionas sin darte cuenta. Identificar qué tipo de mamá eres cuando estás al límite puede ayudarte a entenderte mejor, detectar tus focos rojos y tomar mejores decisiones. No se trata de juzgarte, sino de observarte con honestidad y cuidar tu salud mental.

Te puede interesar: La salud mental en la maternidad cada vez empeora más

¿Qué tipo de mamá eres cuando estás al límite?

 

1. Mamá volcán: explotas sin aviso

Si llegas al punto en el que gritas, truenas puertas o dices cosas que luego te arrepientes, probablemente eres mamá volcán. No quiere decir que seas una persona violenta, sino que acumulaste tanto sin desahogarte que explotas.

Este tipo de reacción suele venir del agotamiento físico, la carga mental invisible o la falta de red de apoyo. Si te sientes así, es importante hacer pausas antes de estallar. Puedes darte cinco minutos a solas, respirar profundo o escribir lo que estás sintiendo.

2. Mamá sargento: todo debe estar bajo control

Cuando estás al límite, ¿te vuelves extremadamente estricta, marcas reglas al milímetro y corriges todo? Tal vez te conviertes en mamá sargento. Este tipo de mamá busca tener el control como una forma de reducir el caos que la abruma.



imgLibro

Shhh… La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir

Shhh... La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir Shhh... La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir

El problema es que los hijos no entienden que estás saturada: solo sienten presión o miedo. Si notas que todo te irrita y no dejas pasar una, es señal de que necesitas soltar un poco el control y bajar tus estándares de perfección. Nadie está evaluando tu desempeño como madre más que tú.

3. Mamá fantasma: desapareces emocionalmente

¿Te vas al baño más tiempo del normal, pones a los niños viendo la tele todo el día o simplemente actúas en automático? Entonces, es posible que seas mamá fantasma. No desapareces físicamente, pero sí emocionalmente.

Te puede interesar: Estrategias para cuidar tu salud mental como mamá

Esto suele pasar cuando estás tan rebasada que tu cuerpo entra en modo “ahorro de energía”. No es que no quieras estar presente, sino que necesitas desconectarte para sobrevivir. En este caso, vale la pena pedir ayuda profesional, también es válido pedirle a tu pareja o red cercana que te cubra un rato.

¿Por qué es importante saberlo?

Conocerte no solo te ayuda a ti, también a tus hijos. Según la American Psychological Association, cuando una madre identifica sus patrones emocionales, puede regularse mejor y crear un ambiente más seguro para sus hijos. Además, reconocer que estás al límite no es un fracaso: es un acto de responsabilidad.

Hablar de esto también rompe el mito de la “mamá perfecta”. Todas perdemos la paciencia en algún momento, pero eso no nos define. Lo que importa es lo que hacemos después: pedir perdón, reparar y cuidarnos para no llegar tan al límite la próxima vez.

Pedir ayuda no te hace débil, te hace sabia. Puedes apoyarte en terapia, grupos de maternidad, familia o incluso tomar pequeños descansos diarios. Como dice el Centro para el Desarrollo Infantil de Harvard, el bienestar emocional de la madre es clave para el desarrollo sano de sus hijos.

Comparte esta nota

Más sobre este tema
,

Qué te pareció esta nota

5 / 5. 1

TAGS: