Cómo hablar de la guerra con los niños

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A los padres nos encantaría poder mantener a nuestros hijos protegidos de los temas que hasta a los adultos nos causan estragos, pero no corresponde (aunque duela), mantenerlos al margen. Por eso les quiero explicar cómo hablar de la guerra con los niños, qué sí y qué no decir.

Los últimos años no han sido sencillos para la humanidad, menos para los niños: pandemia, encierro, cambios de vida constantes que los han tenido en un estado de alerta, con una sensación de miedo; la depresión, ansiedad se han convertido en parte de su vida.

¿Cómo actuar ante los ataques de ansiedad en niños y adolescentes?

Desde inicios del 2022 la guerra entre Rusia y Ucrania han mantenido el uso de la palabra “guerra” en tiempo presente, demostrando una vez más que el ser humano tiene una mínima capacidad de aprender de la historia.

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Palestino e Israel, situaciones de terrorismo que rebasan cualquier diferencia de ideologías y creencias y que hoy están cobrando miles de vidas con mucha violencia.

Geográficamente estamos lejos de ese tipo de crueldad, de la llegada de las tropas, de los sonidos, de las alarmas de bomba y del terror que la guerra deja a su paso, pero mediáticamente estamos a segundos de distancia: a un click de ver la foto, el video, de escuchar el audio, la noticia y los niños no son ajenos a ello.

Quieras o no, tienes que hablar de la guerra con los niños, porque ellos lo van a saber, escuchar, ver. Te enteres o no, va a llegar a su entorno. Dales contexto, dales datos, certeza y esperanza, porque está pasando y porque confían en ti.

¿Cómo hablar con los niños de la guerra?

Ubica la edad de tus hijos, antes de los 6 años no es un tema que puedan comprender en toda su extensión, aquí solo conviene recordarles que ellos están seguros, que México es un país de paz y que la paz es el modo de vida que han elegido como familia. Sé clara, pero di la verdad.
Si tus hijos son mayores de 6 años, indaga o pregunta directamente qué saben o qué han escuchado del tema. Permite que te compartan su versión sin interrumpir.
Pregúntales cómo se sienten, qué piensan, que les preocupa. Refuerza su sentido de seguridad.

Si son mayores de 10 años, explica lo que está pasando y dales referencias de quiénes están a cargo de resolver y de contener los conflictos: la OTAN, la ONU, los Cascos Azules.

Al hablar de guerra con los niños, fomenta el pensamiento crítico, el análisis social, deja que tus hijos den su punto de vista y que expresen sus emociones.

Refuerza que la guerra siempre será una pérdida irremediable, que hay otros caminos para resolver los problemas, que la humanidad con la guerra atenta contra lo más sagrado que es la vida.
En todas las edades, recuerden que no se hacen edades sobre la guerra.
Si tienes adolescentes, háblales de todo el contexto y de la historia detrás del conflicto. Haz las mismas preguntas pero ayúdalos a reflexionar.
Recomiéndales que no busquen la información por su cuenta y que no compartan todo lo que encuentren, porque hay info falsa.
No fomentes los juegos bélicos o de violencia, enseña que las armas no son cosa de niños, jugar a matar no es un juego.

Con adolescentes puedes ver películas con las que puedas darles contexto de porqué en la guerra nadie gana, pero que igual siempre hay alguien que ayuda: “La Lista de Schindler”; “La Vida es Bella”, o textos como “Diario de Ana Frank”, “La Bailarina de Auschwitz”.

Mantén una actitud serena, aunque a ti te agobie, sin fingir, diles que sí te preocupa pero trata de mantener la calma. La ansiedad infantil puede escalar rápidamente en temas desconocidos y agresivos como la guerra.

Recuérdales que cada persona tiene la opción de actuar pacífica o violentamente, que ellos traten de elegir siempre la paz mas allá de la razón y que ello les va a evitar conflictos ahora y al crecer.

Qué enseñar a tus hijos

Usa las herramientas espirituales en las que creas: orar, rezar, meditar, busca momentos de calma y de paz.

Infórmate pero no llenes su entorno de información sin contexto. Sigue estos consejos para hablar de guerra con los niños:

Evita los detalles innecesarios. No seas su fuente de preocupación y usa palabras adecuadas para su edad.
Usa la oportunidad para hablar de la tolerancia, empatía, sentido de comunidad, solidaridad y de las causas de conflicto: religión, raza, nacionalidad, etc.
Recuérdales que siempre podemos hacer algo por alguien.
Sé específico en tus respuestas e infórmate bien. A preguntas concretas, respuestas concretas, por ejemplo:

Niños: “¿Mamá estamos en guerra?“
R: “Nosotros no, pero otras personas en el mundo sí”.
Niños: “¿Papá vas a ir a la guerra?“
R: “Yo no, pero muchos padres sí van. Es muy triste que suceda”.
Niños: “¿Los niños mueren en la guerra?“
R: “Tristemente, muchas personas mueren, tú estás seguro en casa. Estamos muy lejos, espero que las personas se mantengan a salvo”.

Vivan o no en una zona de guerra, los niños temen por su vida y por la de las personas que aman. Los niños tienen acceso a información y la única manera de repetir la historia es cambiando la experiencia y la forma de actuar.

Un conflicto de este impacto no puede ser un secreto, aunque tampoco sea el tema de diario. Busca el balance, sin olvidar que tú eres su filtro sobre el mundo exterior.