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Comensalidad: ¿por qué es tan importante comer juntos?

No creerás los beneficios que tiene compartir los alimentos en familia.

La comensalidad es en pocas palabras , el hecho de comer juntos. Por su raíz etimológica, Co = significa compartir, Mensa= significa mesa. Literalmente, compartir la misma mesa.

El hecho de comer juntos trasciende más allá de lo que comemos. Incluso muchas palabras de nuestro vocabulario de raíz latina, contiene algunos significados que remiten al hecho de compartir los alimentos. Por ejemplo, las palabras compañía, acompañar o compañero, se refieren literalmente a aquellos que comparten el pan. (co = comedere = comer, panis = pan, “comer del mismo pan).

Así, compartir la comida satisface un instinto de supervivencia básico, puesto que desde que existían los cazadores – recolectores, se necesitaba compartir la tarea de la caza para poder compartir el alimento y de esta manera sobrevivir.

Entre las necesidades básicas que tenemos las personas, según Maslow, tenemos: la respiración, la alimentación, el descanso, el sexo y la homeostasis. Sólo la alimentación y el sexo son actividades que no son estrictamente personales. Y dejando de lado filias específicas, sólo la alimentación es la que socialmente podemos realizar en grupo.

El hecho de compartir la misma mesa ha tenido a lo largo del tiempo, diferentes significados que van más allá de los alimentos. Así tenemos, por ejemplo la última cena de Jesucristo, que es un acto en el que todos comen y beben por última vez con Jesucristo de lo que simbólicamente y para los católicos, significa el cuerpo de Cristo.

Los rituales de muchas culturas, tienen que ver con formas de compartir la comida y la bebida. Por ejemplo, los Mexicas hacían de la bebida del chocolate, un ritual festivo religioso al que sólo accedían los dignatarios y los representantes religiosos.



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De esta manera, el comer juntos indica la pertenencia a un grupo. Aquellos que comen juntos son los que por alguna razón son similares, y se delimita una diferencia con aquellos con los que no se come. Esto aplica por ejemplo, a la forma en la que comemos en cierta cultura (comidas nacionales como la mexicana, la italiana, la japonesa), hasta lo que comemos al interior de un grupo (lo que comemos con la familia, con nuestro grupo de amigos, con los colegas, con la pareja, etc.)

Compartir la comida, marca también un instinto primitivo en el sentido en el que aquellos que comen juntos se tienen mutua confianza para compartir lo que comen y no morir envenenados.

 

¿Por qué es importante la comensalidad?

 

 

Beneficios para la salud:

 

  • Sobre la manera en la que se come en la familia, la manera en la que los niños aprenden hábitos alimentarios en la primera etapa de la vida.
  • La forma en la que se sirven los alimentos, el tipo de alimentos que se ofrecen a un niño, lo que se come y lo que no se come en casa, moldean muchos de los hábitos y preferencias del niño en edades posteriores.
  • Se le llama contexto social de la alimentación, a todas las situaciones alrededor de las tomas alimentarias del niño que influyen en cómo va a comer.
  • Lo que sociólogos llaman “comparación social” es una manera innata que tenemos las personas para conducirnos ante el mundo. “Yo me comparo con el de al lado, para ver si estoy mejor o peor que el otro en una situación”.
  • En el contexto de la alimentación, la comensalidad es un coadyuvante para la comparación social. De esta forma, en etapas tempranas el niño adquiere hábitos (positivos o negativos) dependiendo del referente en la familia con el que hace la comparación social.
  • De esta manera se ha comprobado que tanto en niños como en adultos, la forma en la que la persona con la que compartes la comida influye de manera muy significativa, para determinar qué, cuánto y cómo comes.
  • El compartir la mesa en familia también ayuda a la introducción de nuevos sabores, nuevas presentaciones y maneras de cocinar que de alguna manera, asegurarán la variedad en la dieta del niño.
  • Según estudios sobre la relación de obesidad y sobrepeso infantil, los niños que acostumbran a hacer una comida al día con sus padres, es un factor protector contra la obesidad y sobrepeso

 

Beneficios emocionales

 

  • Cuando las familias comen juntas de manera regular, los niños pueden hablar con sus padres y compartir lo que hacen con sus vidas.
  • En los Estados Unidos, comer juntos como familia se ha relacionado con una infinidad de resultados positivos, esto puede verse reflejado en niveles reducidos de uso de sustancias y alcohol, hasta niveles más bajos de depresión, incluso después de calcular otros factores familiares.
  • Después de incluir controles por características de trasfondo, un estudio encontró que comer juntos como familia fue el más importante indicador de que el adolescente estaba prosperando.
  • El hecho de comer en familia hace que haya un sentido de pertenencia. El sentimiento de pertenencia crea la sensación de seguridad, y además promueve la solidaridad y la cooperación entre los miembros de una familia para que cada uno, aporte en la medida de sus capacidades alguna actividad para la comida familiar.
  • Las comidas familiares están enraizadas culturalmente en la forma de vida del mexicano. Si bien es difícil comer cotidianamente con nuestros seres queridos en las grandes ciudades, los momentos de convivencia familiar casi invariablemente involucran una comida de por medio.
  • El hecho de compartir la comida puede ser un buen momento para entablar el diálogo sobre cómo fue el día en los niños en la escuela, conocer sus inquietudes, etc.
  • En un estudio hecho en la UCLA, investigadores observaron que en familias estadounidenses, los padres aprovechaban la comida para moralizar a los hijos sobre lo que tenían y no tenían que comer, teniendo consecuencias contraproducentes, pues los niños aborrecían el momento de la cena. En la medida de lo posible, intentar que el momento de la comida sea una arena neutra hace que los niños se relacionen positivamente con su alimentación.

Beneficios formacionales

 

  • Internacionalmente, las investigaciones han demostrado que los alumnos que comen con sus familias de manera más frecuente tienen mayor probabilidad de lograr puntajes altos en comprensión de lectura en 16 de 21 países examinados.
  • Esta relación es más consistente que entre discutir temas generales con los padres y comprensión de lectura.
  • En cuestión formativa, el hecho de compartir la comida y las tareas previas y posteriores a este momento (como poner la mesa, ayudar a servir, recoger, etc) ayudan a dar un sentido de responsabilidad a los niños. Además, se ha comprobado que los niños que realizan estas tareas, crecen con mayor seguridad en sí mismos.
  • Cuando se comparte la comida, invariablemente se ayuda a los niños a comprender la etiqueta en la mesa. Las normas de etiqueta no fueron sólo hechas como algo obligatorio a seguir, sino que de alguna forma, aseguran que todo mundo obtenga comida. Establecen límites de respeto para hacer el momento más agradable.
  • Sin pretender hacer de los niños pequeños adultos o pequeños robots, el hecho de inculcarles las normas de etiqueta les da un capital social para su vida adulta, en la que sin duda, tendrán que enfrentarse a comer con otros círculos de comensales que no son su familia, donde la etiqueta será puesta a prueba.
  • Comer alimentos juntos también se asocia con resultados favorable educacionales, tales como mostrar un compromiso con el aprendizaje, buscar y lograr mejores notas, pasar más tiempo haciendo tareas y leer por placer.
  • Los niños que están adaptados a diferentes sabores y dinámicas de comer juntos, demuestran mayores capacidades de adaptación.

 

Lo más importante:

 

¡No te estreses! Si tu rutina semanal no te permite comer con tus hijos, intenta provocar estos momentos en fin de semana.

Tampoco te estreses porque la comida compartida no sea el momento idealizado de fotos de familia perfecta. Durante las comidas compartidas también puede haber conflicto, puede que pelees con tus hijos o que te saquen de quicio por no querer comer o compartir de la forma en la que consideras ideal. No te preocupes. Lo estás haciendo muy bien. No desistas de intentar compartir estos momentos. Al final, todo será formacional.

En la BB Mundo master talk compartiremos algunos tips para poder lidiar con esto en el día a día, desde la forma de planear tus comidas para hacerte la vida más fácil, hasta la forma de aminorar los conflictos en el momento de las comidas.

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