Crédito: Instagram Patricia Mustri
Lo que hacemos con las emociones de nuestros hijos sí importa y es la clave para un desarrollo emocional pleno.El modelo psicoterapéutico Clic está basado en el arte de desarrollar la inteligencia emocional a través de la creatividad que parte de en una mirada integral del ser humano.
¿A qué nos referimos con integral? Se toman en cuenta varias partes del ser. Entre estas partes existen tres pilares básicos: mente, cuerpo y corazón.
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Es un modelo en donde se pretende invitar a los niños a tener una experiencia terapéutica de contacto, a que el niño se de cuenta de sí mismo y su existencia en el mundo, a través de ciertos pasos en donde se trabaja el aquí y el ahora.
Además, al mismo tiempo invitamos a los sentidos y al uso del cuerpo en espacio terapéutico por medio de visualizaciones y trabajo corporal que invitan a hacer conciencia de las diferentes sensaciones de su cuerpo.
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Lo anterior hace que los niños tengan una idea más clara de lo que sienten, piensan, hacen y por sobre todo que hagan buen uso de su intelecto.
El arte y la inteligencia emocional
Dicho en otra forma, uno de los pilares del modelo Clic es desarrollar la consciencia emocional que se va logrando a través de ciertos ejercicios básicos, lúdicos de arte expresivo.
Lo anterior tiene como objetivo principal que los individuos logren un mayor autoconocimiento, que es uno de los pilares del buen desarrollo socio emocional.
Cuando papá o mamá llevan a su hijo a terapia, usualmente es porque ya observaron algún tema importante con la conducta que quisieran cambiar o «arreglar».
Por eso, el modelo Clic parte de que NADIE QUIERE NI PUEDE CAMBIAR A ALGUIEN MÁS.
Este método está basado en:
- Ayudarlos a sentirse mejor consigo mismos.
- Guiarlos para sentirse más felices, sanos y tranquilos con relación a ellos mismos y su entorno.
- Aprender a expresar emociones difíciles que a veces no son permitidas en muchas familias, como el enojo o la tristeza.
- Ayudar a los padres a poner límites más claros que fomenten vínculos sanos.
Se parte de un principio básico, que es que el niño es el «experto» porque la consulta viene desde él y con preguntas sencillas pero poderosas como:
¿Qué necesitas?, ¿Cómo te sientes?, ¿Qué te gusta?, ¿Qué no te gusta?
Por eso es benéfico para el desarrollo emocional, porque involucra la parte más bondadosa del modelo y gran parte de su beneficio es que es amigable con la vida de los niños y lo que les gusta hacer.
Es un modelo psicoterapéutico de arte expresivo que respeta y fomenta los lenguajes favoritos de los niños, el arte y el juego, por medio de materiales artísticos que nos ayudan a expresar lo que a veces las palabras no alcanzan a expresar.
Es así a través del dibujo, los colores, el barro, las marionetas, la caja de arena(sandtray) los cuentos, las historias y metáforas por medio de las cuales el niño se expresa tal cual como es y su visión del mundo.
La crianza no tiene que ser solitaria, la psicoeducación siempre suma a tu rol como padre/madre. Pero por sobre todo crea un ambiente más compasivo en tu proceso de crianza.
Recuerda que no existen padres perfectos pero sí individuos ocupados por el bienestar y el desarrollo emocional de sus hijos.
Si deseas saber más sobre este modelo me puedes encontrar en:
Patricia Mustri Psicóloga Clínica por la Universidad Anáhuac Norte.
Maestra en Psicoterapia Familiar y de pareja.
Diplomado en Psicoterapia de arte y juego.
Certificada en Modelo Oaklander sanando a través del juego.
Directora de proyecto Clic.
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