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Qué hacer cuando le pega a otros niños

Antes de regañarlo, platica con él y pregúntale por qué lo hizo.

Si tu hijo de preescolar empezó a golpear a su hermano, también le ha dado por pegar, patear y hasta morder a otros niños puedes pensar muchas cosas sobre su conducta, pero ¿de dónde lo aprendió? ¿Estará tratando de decirte algo mediante esta conducta?

Primero, debes entender que cuando un niño es tan pequeño, está en proceso de desarrollar esa especie de regulador o control interno que  ayuda a dominar los impulsos negativos, además de que no sabe cómo expresar verbalmente lo que siente en determinados momentos, es decir, se da cuenta de que está molesto pero no sabe cómo decirlo, así que recurre a ciertas agresiones para exteriorizar sus enojos o frustraciones, y para resolver algún conflicto.

También es importante que tomes en cuenta el poder de la imitación, pues puede adoptar conductas al observar a alguien. Quizá vio a un niño que golpeó a otro, y simplemente está repitiendo mecánicamente esa práctica.

¿Qué hacer cuando le pega a otros niños?

Ahora que tienes una idea de cuál podría ser la causa, es el momento de enseñarle a detenerse, de lo contrario, se volverá un hábito sumamente difícil de erradicar. El primer paso –que es una regla de oro– es que nunca debes responder a sus golpes de la misma forma; perder los estribos no es la solución. Tampoco funcionará gritarle, jalonearlo, o sacudirlo de los hombros, pues sólo agravarás la situación. Lo que debes hacer es platicar con él sobre lo sucedido, sólo trata de seguir los siguientes tips:

  • Cuida que tu tono de voz sea firme pero no brusco; evita hablarle de forma dulce o con palabras amorosas porque puede malinterpretar la plática
  • Pregúntale qué fue lo que ocurrió, cuándo, dónde, y a quién se lo hizo. Además, dile que te cuente si alguien le dijo o le hizo algo que lo motivara a actuar así
  • Si te responde que no sabe, no lo presiones y dale tiempo para que tenga la confianza de contártelo después
  • Explícale que con un empujón, golpe, patada o una mordida no logrará nada más que lastimar al otro, y posiblemente, a sí mismo
  • Haz hincapié en que lo que te disgusta es la acción, no él
  • Si ves que no coopera con la conversación, ayúdalo a encontrar las palabras que puedan explicar lo que sintió antes de golpear
  • Dale ejemplos, construye historias en las que le describas por qué la violencia no es buena
  • Antes de terminar, pregúntale cómo reaccionará cuando vuelva a sentir enojo
  • No te anticipes a sacar conclusiones, averigua el contexto de la situación, es decir, no te quedes sólo con la versión de tu hijo, y pregunta a quienes fueron testigos del incidente
  • Es posible que debas tener esta conversación más de una vez, así que ármate de paciencia y mucha calma para hacerlo las veces necesarias

Este tipo de comportamiento es temporal, generalmente no suele persistir mucho. Conforme tu hijo crezca, aprenderá a decir lo que siente sin golpes, ya que tendrá las armas del lenguaje para hacerse entender. Pero, si empeora, será conveniente buscar la ayuda profesional de un psicólogo, ya que es posible que su agresividad tenga otros orígenes.



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