Puede que parezcan inofensivos, pero cuando los sumas, terminan pesando más de lo que imaginas. La buena noticia es que no necesitas vivir con miedo a gastar. Solo necesitas identificarlos y ponerles un alto.
Te puede interesar: Habla de finanzas con tu pareja
¿Qué son los gastos hormiga?
Los gastos hormiga son esas pequeñas compras del día a día que parecen inofensivas, pero que juntas hacen un hueco importante en tu presupuesto. Como mamá, estás más expuesta a ellos porque tu rutina cambia y muchas veces decides pagar por conveniencia o comodidad.
Ejemplos:
- Cafés “para sobrevivir al desvelo”
- Apps de meditación o monitoreo del sueño del bebé
- Snacks saludables (carísimos) para ti o tu peque
- Entregas a domicilio porque no alcanzaste a cocinar
- Ropa o juguetes “porque estaban en oferta”
Ninguno de estos gastos es malo por sí solo. El problema es que se vuelven un hábito invisible. Y cuando revisas tu cuenta, no entiendes a dónde se fue el dinero.
![]()
Shhh… La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir
![]()
![]()
Cómo identificar tus propios gastos hormiga
El primer paso es observar. Literalmente. Durante una semana, anota todo lo que compras, incluso lo que pagas con la tarjeta “sin pensarlo”. Asegúrate de incluir apps, suscripciones, comida rápida, cafés, y compras por impulso.
Al final de la semana, revísalo. ¿Hay patrones? ¿Hay compras que podrías evitar o sustituir?
También lee: Habla de finanzas con tus hijos
Domina los gastos hormiga en la maternidad
1. Haz una lista de “permitidos”
No todo se tiene que ir. Si ese café diario te da un break necesario, déjalo. Pero decide cuántos gastos así te permites al mes y respétalos.
2. Agrupa tus compras
En vez de comprar por impulso, agrupa tus necesidades en una sola salida o pedido. Así evitas caer en el “ya que estoy aquí, también voy a llevar…”
3. Revisa tus suscripciones
Muchas veces pagas apps o servicios que ya no usas. Dedica un día al mes a revisar estos cobros automáticos. Cancela los que ya no necesitas.
4. Cocina en lote
No tienes que vivir en la cocina. Pero si un día haces comida para varios días, te ahorrarás más de lo que crees en pedidos de emergencia.
5. Usa efectivo o apps de control
Cuando pagas todo con tarjeta, pierdes noción de lo que gastas. Intenta usar efectivo para ciertos rubros o instala una app que te mande alertas cada vez que compras.
¿Vale la pena hacer este esfuerzo?
Sí. No se trata de ser tacaña ni de complicarte la vida. Se trata de saber en qué sí vale la pena gastar y en qué no. Al final, ese dinero que hoy se va en “detallitos” podría usarse para algo más importante: un fondo de emergencia, una escapada familiar, o simplemente un respiro económico.